Trimming de cannabis

Diferencias entre el ‘trimming’ en seco y en húmedo

  • Recortar y limpiar a conciencia los cogollos es tarea obligada tras la cosecha si queremos un producto final de calidad.
  • Para realizar esta manicura, algunos cannabicultores optan por un ‘trimming’ en seco y otros en húmedo.
  • Analizamos ambas técnicas y valoramos cuál es la mejor según el tipo de cultivo.
Trimming de cannabis

Después de meses de atención en nuestros cultivos, es el momento de terminar con buen pie lo que con buen pie comenzó. Para obtener una buena marihuana es importante conocer cómo recortar las ramas y hojas de nuestras plantas ya cosechadas, lo que en el mundillo se llama 'trimming' o manicura, y que tiene varios objetivos. Para empezar, la estética del producto final: un cannabis bien recortado, con una apariencia firme y uniforme, da muy buena impresión, entra por los ojos y no da sensación de dejadez.

No solo eso, sino que las pequeñas hojas tienen menos concentración de tricomas, lo que al final le resta potencia y calidad a los cogollos. Si limpiamos bien las flores de estas hojas obtendremos una marihuana mucho más rica en cannabinoides. Peor aún pueden ser las hojas más grandes, que tienden a proporcionar un humo mucho más duro y desagradable porque absorben mejor la humedad. Durante el proceso de curado, unos cogollos bien recortados mantienen un nivel de humedad uniforme, lo que luego se traduce en una experiencia de consumo mucho más suave y sabrosa.

Algunos cultivadores comienzan incluso a recortar las hojas grandes días antes de la cosecha. Pero la clave viene una vez hayamos cosechado: ¿optaremos por un 'trimming' en seco o en húmedo? O sea, decidir si recortaremos la planta antes o después del secado. Cualquiera de las dos opciones cuenta con ventajas y desventajas. Al final, el tipo de cultivo y el contexto en el que estemos trabajando va a establecer el método de manicura más adecuado para nuestras plantas de marihuana.

Trimming en seco

El 'trimming' en seco

Se trata de un método bastante de moda hoy en día. Una vez hayamos cosechado el cannabis (habiendo quitado quizás las hojas más grandes) se cuelgan las ramas boca abajo para que se sequen de forma lenta, sin recortar las hojas de los cogollos previamente. Este tipo de 'trimming' es el preferido por los productores comerciales a gran escala, que manejan grandes cantidades de cannabis.

El tipo de cultivo y el contexto en el que estemos trabajando va a establecer el método de manicura más adecuado.

Al no deshacernos de las hojas de las flores, la marihuana se seca de una forma más lenta y uniforme. Esto se debe a que toda la materia verde extra retiene mejor la humedad dentro de los cogollos, aunque esto puede suponer un gran riesgo a su vez: si hacemos este tipo de 'trimming' en un clima de alta humedad estamos exponiendo nuestra cosecha a la aparición de moho, debido a toda la humedad que puede quedarse atrapada dentro.

Los productores extensivos de exterior y los cultivadores de guerrilla han favorecido este método en seco durante mucho tiempo, ya que no cuentan con el tiempo suficiente como para pulir los cogollos en húmedo. Prefieren cosechar cuanto antes para transportar el producto a almacenes de interior donde realizar el secado con más tranquilidad.

Trimming en húmedo

El 'trimming' en seco va a requerir de al menos el doble de tiempo que el húmedo, además de tener que esperar los 10-15 días que dure el secado en estas condiciones. Una vez seco, se retiran las hojas rizadas alrededor de los cogollos, lo que puede ser un trabajo laborioso con las clásicas tijeras para recortar.

Por eso los productores a gran escala que optan por esta técnica suelen contar con una gran inversión en herramientas profesionales de manicurado. Estas son máquinas eléctricas de 'trimming', ideales para hacerlo en seco pero costosas. Si el cultivador cuenta con este tipo de equipamiento, el proceso en seco puede resolverse en unas horas, en lugar de en unos días.

El 'trimming' en húmedo

Este método, en cambio, suele ser la forma más natural de limpiar los cogollos, nada más terminar de cosechar. La gran mayoría de cultivadores optan por esta técnica, bien una vez han terminado de podar toda la planta, bien empezando un poco antes con la planta todavía sin cortar. La mayoría del material verde sobrante se puede quitar con las manos; para el más delicado harán falta una tijeras y una buena lupa.

El 'trimming' en seco va a requerir de al menos el doble de tiempo que el húmedo.

Nada más cosechar la marihuana, las hojas, tallos y cogollos están húmedos y maleables, por lo que la tarea se hace mucho menos laboriosa que cuando las flores se han secado y quedado pegajosas y las hojas se han curvado quedando enmarañadas. En el 'trimming' en húmedo se puede manipular con cierta comodidad el cogollo, torciéndolo para obtener mejores ángulos y dejándolo limpio como una patena.

Ahora podrás observar mejor unas pequeñas hojas que sobresalen en el cogollo; se pueden ver las puntas pero no los tallos. Se conocen como hojas de azúcar (por su "glaseado" de tricomas) y hay que recortar las partes que sobresalen más. Hazlo de forma cuidadosa y suave, de manera que la forma final sea redondeada y bastante lisa al tacto.

Este trabajo significará que el peso final del producto será menor, por supuesto, pero el gusto y el humo del cannabis serán de primera. Además, siempre podremos utilizar las hojas sobrantes, que cuentan con estos tricomas en su superficie, para elaborar hachís o extracciones.

Cogollos manicurados

Si hay que ponerle un pero al 'trimming' en húmedo, ese es el tiempo que toma hacerlo, por lo que se trata de una técnica más orientada al autocultivo en pequeños espacios. Aún así, cuando se trata de productores comerciales, el de 'trimmer' es uno de los puestos de trabajo más solicitados para la época de cosecha. Una cosecha grande de cannabis puede llevar varios días de 'trimming' húmedo a mano, un trabajo tan tedioso como costoso para el bolsillo si contratamos a personal para ello. Por eso muchos cannabicultores extensivos optan por contratar personal pero para manicurar manualmente en seco, ya que además de ser un método más rápido, el aspecto del cogollo final es mejor que si se hiciera con maquinaria eléctrica.

¿La mejor opción? Combinar ambos

Cómo habréis podido comprobar, ambas técnicas de 'trimming' son válidas y viables. La diferencia está en el tamaño del cultivo, ya que los productores más humildes se aferran al método más económico, el húmedo. Aquellos con mayores operaciones de cultivo y con múltiples cosechas al año pueden considerar en invertir en algunas herramientas de 'trimming' más expertas, que suelen ir relacionadas con el manicurado en seco.

Aunque si sigues debatiéndote entre ambas opciones, despeja las dudas: combinar ambas puede ser la clave del éxito. Una vez hemos cosechado, cuando la marihuana está húmeda, podemos eliminar la mayoría de hojas y ramitas, pero dejando unas pocas para que se seque de una forma óptima. Una vez la hayamos secado, podemos repasar el cogollo y dejarlo completamente impecable antes de la fase de curación. Este doble 'trimming' puede parecer laborioso, pero nos hará disfrutar de unos cogollos limpios, potentes y con un aroma muy concentrado.

01/06/2018

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