Defoliación intensiva en el cultivo de marihuana

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Brian Worms - 02/01/2020
5 min.

El cultivo de marihuana es una práctica cuyo enfoque puede ser profesional o una simple afición pero, en ambos casos, si queremos obtener cosechas de óptima calidad, es necesario contar con conocimientos técnicos sólidos.
Muchos cultivadores acreditados están en constante proceso de investigación con el objetivo de encontrar nuevas técnicas con las que mejorar la calidad y los rendimientos de sus cosechas.
Este artículo versa sobre una técnica compleja, dirigida, por ello, a cultivadores con experiencia. Se trata de la defoliación intensiva de las planta de marihuana. A continuación te explicamos de qué se trata y cómo se aplica, sus ventajas y sus inconvenientes.

Tipos de defoliación

Existen 2 métodos de defoliación aplicables a las plantas de marihuana.

Defoliación básica

La defoliación es una técnica que consiste en eliminar progresivamente una cantidad definida de hojas durante las fases de crecimiento y de floración.

Con esta técnica se prepara la estructura de la planta en la fase de crecimiento para que en la fase de floración la producción de flores sea explosiva e inmejorable. Además, este método ofrece la posibilidad de mejorar el aspecto de las flores.

Esta técnica es sencilla, basta con quitar las hojas que impiden que la luz llegue hasta las flores que se están formando para que engorden y adquieran mayor densidad. Al mismo tiempo se incrementa la producción de tricomas de resina, así como los terpenos y los flavonoides.

Cuando se cultivan genéticas como Bubba Kush o Remo Chemo casi todos los cannabicultores aplican este tipo de técnica ya que en caso contrario no se explotaría todo su potencial. Por lo general, se retiran las ramificaciones y las hojas más bajas, así como una pequeña cantidad de masa foliar en la parte superior para que la luz pueda penetrar en el interior de la planta.

Defoliación intensiva

Existe una versión más radical de esta técnica; se trata de la defoliación intensiva. En este caso, en momentos clave del ciclo de cultivo, se elimina la mayor parte de la masa foliar en la parte superior de la planta. Lo que se consigue es provocar una estimulación de las fitohormonas de tal forma que las auxinas y las citoquininas alcanzan el equilibrio ideal.

Llevando a cabo defoliaciones sucesivas, en momentos clave de las fases de crecimiento y floración, se logra preparar la estructura de la planta para que la floración sea abundante y de calidad. No obstante, se trata de un proceso en el que hay que ser muy cuidadoso ya que cada genética responde de forma diferente.

Al aplicar esta técnica se provocan sobre la planta ciclos de estrés y no todas las genéticas muestran resultados favorables en dicha situación. Por ello es necesario realizar pruebas a pequeña escala antes de aplicar la técnica a todo el cultivo.

Esta técnica favorece el aspecto de las flores y la homogeneidad de su estructura, hecho que no siempre es favorable para todas las genéticas. Se trata por lo tanto de un método con buenos resultados en muchas variedades de marihuana pero no en todas.

Métodos de defoliación intensiva

Existen dos métodos de defoliación intensica; "Schwazzing" y "Back-Building", que pueden ofrecer buenos resultados en ciertas variedades de marihuana.

El "Schwazzing"

El Schwazzing es una técnica descubierta en 2015 por Joshua Haupt, autor del libro "Three a Light" (cuyo significado es "three pounds per light" o "1,5 kg de producción de flores por lámpara"). Según se explica en el libro, se trata de eliminar todas las hojas de la parte superior de la planta en dos momentos del ciclo de floración; en los primeros días, y de nuevo en la tercera semana.

El creador del método lo denominó "Schwazzing" haciendo referencia al ruido que hacen las tijeras durante la defoliación intensiva. Haupt indica que hay que quitar las hojas situadas por debajo de los dos o tres nudos superiores. Esta acción implica un riesgo alto según la genética que se esté cultivando ya que las plantas quedan despojadas de la masa foliar y, lógicamente, después de dos defoliaciones sucesivas, necesitarán un aporte de nutrientes extra .

Al retirar las hojas el primer día de floración y de nuevo el día 21, las plantas tienen el tiempo suficiente para recuperarse, pero para ello es necesario darles la ración adecuada de nutrientes. De esta forma las plantas compensarán la perdida de masa foliar concentrando toda su energía en el desarrollo de los cogollos.

Si se aporta una alimentación rica, las plantas afrontan de forma eficaz el estrés generado sin ningún problema. Desafortunadamente, esta técnica ofrece buenos resultados únicamente en variedades concretas.

Ventajas:

Facilita la circulación del aire y la penetración de la luz en la totalidad de la estructura vegetal.
Estimula la distribución/producción de auxinas y de citoquininas.
Favorece el desarrollo de flores homogéneas.
Incrementa el rendimiento final.

Inconvenientes:

Provoca situaciones de estrés en la planta.
Resultados variables en función de la variedad cultivada.
Se necesita mucha experiencia para poder aplicar la técnica.
Para garantizar resultados hay que realizar pruebas a pequeña escala antes de poder aplicar la técnica en todo el cultivo.

Back-Building

El Back-Building es un método de defoliación que mejora el aspecto de las flores de marihuana a nivel estético. Sin embargo, no mejora el rendimiento final como sucede con el "Schwazzing".

Con el Back-Building se consiguen flores con una forma homogénea y más compacta, y con muy buen aspecto de cara a la primera impresión visual, un criterio cada vez más valorado en la industria cannábica hoy en día.

El Back-building, el bud pinching (desmoche de los cogollos) y el bud-swelling (engorde de los cogollos), son términos utilizados para describir los procesos de corte de las puntas de las flores.

La aplicación de esta técnica desencadena por segunda vez el crecimiento de los cogollos, y por ello se consigue que aumente el tamaño de las flores.

Este método de brote por defoliación debe aplicarse aproximadamente en la mitad del ciclo de floración, unas 3 a 5 semanas después del inicio de la floración. Con esta técnica el objetivo es repartir las hormonas naturales de crecimiento hacia las zonas en las que se concentra el desarrollo floral.

Para limitar el impacto del estrés sobre la planta cuando se aplica esta técnica, en la que se cortan únicamente los primeros cálices y pistilos, es muy importante actuar sobre una única flor durante una o dos semanas.