- En pleno debate sobre el uso y efecto de los pesticidas en los cultivos, la alternativa biológica suele tener buena prensa. Atacar a las plagas utilizando otros insectos que acaban con ellas es un método seguro y limpio, con la condición de aplicarlo a tiempo.
Pero este sistema tienen objetivos limitados, al contrario que los insecticidas, que matan indiscriminadamente. No dañan el medio ambiente, la calidad del agua, ni las cosechas. Su único inconveniente es que no se trata de un método rápido, hay que tener paciencia, y que hay que comenzar antes de la floración, porque después será demasiado tarde.
Aquí os señalamos a los tres principales okupas de la planta de cannabis y a sus tres enemigos mortales.
- Los más indiseables:
1. Mosca del mantillo. Es un bicho pequeño y oscuro, parecido a una mosca. Su etapa larvaria es la más peligrosa para las plantas, porque es cuando se comen las raíces tiernas. Además traen consigo hongos parásitos más dañinos que ellas mismas. Mantener a raya la humedad ambiental es una forma de prevenirlas.
2. Mosca blanca. Este es un okupa más dañino que la mosca del mantillo. Es como un vampiro en forma de puntito blanco, que chupa los fluidos de la planta hasta dejarla seca. Y por si fuera poco, sus heces atraen el moho.
3. Ácaro araña. El peor de todos los bichos para el cannabis. Una sola hembra puede poner cientos de huevos cada vez, en un mes puede tener cientos de miles de descendientes. Este animalejo devora las plantas, haciendo un daño monstruoso a la plantación. Bajar la temperatura ambiente puede prevenir su propagación.
- Los agentes vengadores:
1. Depredadores. Son cazadores que matan y se comen a sus presas. Algunos son más eficaces en la fase larvaria, momento en que pueden comer más insectos. Entre ellos, las mariquitas, las crisopas, las chinches piratas y muchos gusanos.
2. Parasitoides. Aunque también son cazadores, no matan inmediatamente a sus presas, sino que parasitan a su descendencia, creciendo en su interior para finalmente destruirlas. Entre ellos, la minúscula avispa asesina y ciertos nematodos -gusanos- capaces hasta de saltar para atacar a insectos que vuelan bajo.
3. Patógenos. Son el tercer agente de control biológico. Bacterias, virus, hongos e incluso toxinas, limitan de forma importante y limpia la población de insectos en nuestras plantaciones.
Así pues, y como diría -sin duda- Clint Eastwood, para los cultivadores de cannabis "los enemigos de mis enemigos son mis amigos". Desplegad vuestros batallones en cuanto asome las antenas algún ejército invasor. Con tan bravos guerreros quizá no necesitéis recurrir a las armas químicas.
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