Cómo conservar las semillas de cannabis para usarlas en el futuro

Aunque las semillas de marihuana sean fuertes y autónomas, requieren un cierto cuidado durante su conservación para poder ser utilizadas posteriormente. Así, podremos tener una colección de semillas de diferentes variedades sin necesidad de cultivarlas todas al mismo tiempo.

Para ello, la primera recomendación es conservarlas en un lugar fresco y seco, ya que las semillas de alta calidad bien conservadas pueden durar entre dos o tres años, dependiendo de su tamaño. Generalmente, las más grandes suelen resistir más tiempo que las pequeñas. Algunos expertos aseguran que, si las semillas se han conservado bien, pueden durar hasta una década.

Para mantenerlas en un lugar fresco, se recomienda guardarlas en un frigorífico o en una estancia donde la temperatura se mantenga baja y constante. La humedad es otro factor a tener en cuenta, y el nivel ideal es de un 8%. Eso sí, si guardamos las semillas en nuestro hogar, el nivel de humedad seguramente sea más alto, de un 25%, aunque depende del entorno, por lo que habrá que tomar algunas medidas de precaución.

Para mantener la humedad en un nivel bajo, lo mejor es que nos compremos contenedores de almacenamiento que puedan sellarse y que guardemos en su interior tanto las semillas como arroz seco o gel de sílice que ayude a absorber la humedad ambiental, separando ambos elementos con una capa de algodón o de papel.

El último consejo es etiquetar correctamente cada variedad de cannabis, para evitar tener que abrir las cajas hasta que vayamos a cultivarlas. Puede parecer una recomendación obvia, pero es la única forma de asegurarnos que dentro de unos años sabremos dónde hemos guardado cada variedad.

A partir de ahí, solo nos quedará cultivarlas en el momento que consideremos más oportuno y disfrutar posteriormente al consumirlas.