- En muchos de nuestros artículos abordamos la actualidad del sector cannábico, y tratamos temas sobre legalización, activismo, innovación o incluso sobre métodos de cultivo.
- En este caso vamos a abordar un tema que puede interesar a todo tipo de cultivadores; novatos y expertos, ya que a pesar de nuestras aspiraciones, no siempre es factible el cultivo soñado…
- En este post te explicamos cómo cultivar marihuana en un espacio reducido, o, más bien, cómo organizar los recursos y los medios técnicos a nuestro alcance para desarrollar un pequeño cultivo de marihuana fiable, de calidad y optimizado.
Cómo elegir el material de cultivo
Armario de cultivo: puedes comprar un armario de cultivo listo para su uso o fabricarlo tu mismo, en ambos casos es fundamental que sus dimensiones sean acordes con el espacio real del que se dispone.
Existen muchísimos modelos de armarios en el mercado, e incluso puedes hacerlo tú mismo a medida. Para elegir la mejor opción tienes que tener claros tus propios intereses y las posibilidades reales del espacio del que dispones.
Lámparas: hay que elegir un sistema de iluminación adecuado a un espacio restringido, cuya potencia y calidad del espectro sean consecuentes con la superficie de cultivo, con una emisión de calor lo más reducida posible. Este factor es clave para que las plantas no se vean sometidas a una transpiración excesiva que pueda estresarlas. Se trata de un problema que podría alterar y ralentizar su desarrollo general, tanto a nivel de crecimiento, lo que ralentizaría significativamente el desarrollo vegetativo, como durante la floración, viéndose afectada la densidad de las flores, el tamaño y el peso, así como el aroma, el sabor, y la producción de resina.
Es evidente que la elección de la lámpara influye directamente en el éxito del cultivo. Por ello, hemos seleccionado una serie de lámparas cuya reducida emisión de calor disminuye la evaporación y la transpiración excesiva de las plantas. Una mala elección puede influir negativamente en la calidad de la cosecha.
- Esta es nuestra selección de lámparas, todas ellas con baja emisión de calor.
- Tubos o neones fluorescentes (TCL): aunque este sistema lleva muchos años en el mercado, sigue siendo una buena opción para la germinación de semillas o para el enraizamiento de jóvenes clones. No obstante también es posible hacer florecer una planta de marihuana con este tipo de iluminación. El único problema es que su forma longitudinal no es apta para espacios demasiado pequeños. Aconsejamos los modelos TCL de 25, 50, 55 y 80 W, y si hay espacio suficiente, se pueden colocar varios tubos, unos junto a los otros, de la misma potencia o combinando diferentes potencias. De esta forma se puede conseguir una intensidad lumínica constante y homogénea, con un control total en cuanto a emisión de calor. Es un sistema económico y el resultado final depende de la potencia y del número de tubos fluorescentes utilizados.
- Lampara CFL (de bajo consumo) con una potencia de 105, 150, 200, 250 W, apta para espacios de cultivo muy reducidos (alrededor de 50 x 50 x 100 cm) y para armarios de pequeño formato (60 x 60 x 160 cm, 80 x 80 x 160 cm, por ejemplo). Este modelo produce una emisión de calor mínima y su potencia es suficiente para obtener una pequeña cosecha. Una excelente relación calidad/precio.
- Lámparas CMH/LEC 315 W: estas lámparas de nueva generación son muy eficaces y emiten muy poco calor. Aunque todavía son unas desconocidas, su eficacia merece un reconocimiento que estamos seguros no tardará en llegar en futuro próximo. El modelo CMH/LEC de 315 W es el más adecuado para espacios de cultivo de pequeñas dimensiones (60 x 60 x 160 cm; 80 x 80 x 160 cm; 100 x 100 x 200 cm). Producen cosechas de gran calidad a nivel global: aroma y sabor bien expresados, con la presencia de terpenos excepcionales, densidad de las flores, producción de resina alta, efecto, así como un precioso aspecto a nivel visual del producto final. Buena relación calidad/precio/rendimiento.
- Lámparas LED: este tipo de lámpara se adapta muy bien a los espacios de cultivo reducidos ya que la producción de calor es muy baja, y es posible acercar las plantas a la lámpara. Para espacios muy pequeños (50 x 50 x 80 cm e inferiores) existen nuevos dispositivos de iluminación, bombillas para crecimiento y para floración. Este tipo de sistema se sitúa normalmente en los laterales del armario de cultivo aunque también se pueden colocar en la parte superior. El sistema de iluminación LED se puede utilizar para la fase de crecimiento con una potencia de 26 W o de 42 W (Secret Jardin), y existen también modelos de la misma potencia para la floración. Para espacios un poco mas grandes (de 60 x 60 x 160 cm hasta 100 x 100 x 200 cm) lo más adecuado son las lámparas LED con una potencia de entre 400 y 500 W. Aquí también existen modelos específicos para el crecimiento y la floración. Existen bastantes modelos en el mercado, a precios bastante altos, y los resultados varían mucho de un modelo a otro. Si optas por este tipo de lámparas, es preferible que te informes de antemano para asegurar una eficacia real del producto.
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Lamparas HPS: las lámparas de sodio no necesitan presentación por tratarse de la iluminación más utilizada en los últimos 30 años para el cultivo de marihuana. Aconsejamos los modelos de 250 W HPS para espacios reducidos de 60 x 60 x 160 cm o de 80 x 80 x 160 cm, simplemente porque producen más calor que los otros modelos presentados en este post. Se trata de un modelo de iluminación eficaz, pero su producción de calor residual, es un problema para una cultivo de pequeñas dimensiones.
Este tipo de lámpara ofrece buenos resultados, y su precio es accesible, pero su consumo de electricidad y su alta emisión de calor son factores que, evidentemente, juegan en su contra.
Una vez seleccionado el tipo de iluminación, no hay que olvidarse del reflector y del sistema de fijación en suspensión, así como del cableado.
Intracción / extracción: para cultivar marihuana en un espacio reducido la intracción pasiva es suficiente. En cuanto a la extracción para los espacios de pequeñas dimensiones recomendamos extractores de baja potencia, de al menos 160 m3/h, 200 m3/h o bien 275 m3/h. A partir de 1 m2 es necesario el uso de un extractor con una capacidad de renovación del aire de al menos 300-350 m3/h.
Como en este tipo de cultivos las necesidades energéticas son menores, es evidente que habrá un ahorro de dinero significativo.
Tampoco nos podemos olvidar del sistema de ventilación: existen muchos modelos y lo único a tener en cuenta es que el diámetro de la conexión elegida debe encajar con el diámetro del extractor. Tampoco puede faltar un collar de fijación ni un buen filtro de carbón (si hay sitio en el espacio de cultivo) para filtrar los olores.
Si no, se puede utilizar un dispositivo de absorción de olores como el Ona, pero un filtro de carbón activo es más eficaz. Un pequeño ventilador del tipo "Clip Fan" de 20 cm de diámetro, con una potencia de tan solo 12 W, colocado entre la lámpara y las plantas, asegura la ventilación necesaria y suficiente para un pequeño cultivo.
También es necesario un termo higrómetro a media altura de las plantas. Se trata de un dispositivo con el que obtener información precisa y necesaria sobre la temperatura y la humedad en el espacio de cultivo. Un ladrón con al menos 5 tomas de red e interruptor facilita las cosas a la hora de conectar todos los aparatos eléctricos. También es conveniente utilizar macetas de 1, 2, 4 o 5 litros según la capacidad del cultivo.
Cómo organizar un cultivo de marihuana en un espacio reducido
Cuando disponemos de un espacio reducido, todos los recursos deben estar adaptados al contexto. Los equipos utilizados no son muy potentes y el consumo de electricidad, de agua y de fertilizantes es mucho menor que en un cultivo de mayor tamaño.
El consumo de solución nutritiva (agua + fertilizante) depende directamente del tamaño de la planta y de sus propias necesidades, pero también de factores externos como la transpiración de la planta y la evaporación que se produce, ambos directamente relacionados con el calor que se genera en el espacio de cultivo. La elección de la lámpara tendrá una incidencia directa sobre la factura de la electricidad y sobre el consumo de agua y de fertilizantes. Lo más adecuado es tomar las decisiones en base al tamaño del cultivo y a los rendimientos que queremos obtener.
Un cultivo de marihuana en el que se utiliza una lámpara CFL 150 W produce menos flores que si se instala una lámpara HPS 250 W, pero el coste global es también más bajo.
Para llevar a cabo un cultivo en formato reducido y en buenas condiciones, es importante realizar una buena elección de las variedades a cultivar. Si se empieza con semillas, es conveniente que sean variedades con dominancia Indica, porque su estructura vegetativa es más pequeña, lo que permite que las plantas se adapten con más facilidad a un pequeño espacio.
Para cultivar en un espacio reducido es mejor utilizar semillas feminizadas como Bubba Kush, Shark Attack o White Widow. En cuanto a las variedades automáticas, se pueden cultivar Bubba Kush Autoflowring, Fruit Autoflowering, White Cheese Autoflowering, White Widow Autoflowering, Kush'N'Cheese Autoflowering, Blue Kush Autoflowering y Critical+ Autoflowering.
También se pueden utilizar otros híbridos de nuestro catálogo como Cheese, Blue Cheese, Blue Kush, Blue Widow, Blueberry Cookies, Dinachem, Gorilla, Quick Critical+ o Quick Kush, siempre que se utilice un fotoperiodo permanente de 12/12h desde el principio del crecimiento hasta la cosecha.
El uso de este fotoperiodo no significa que la planta no vaya a crecer, la planta sufrirá un ligero crecimiento natural, se trata de un instinto biológico. No obstante, este crecimiento será mucho menor que el que se produciría con un fotoperiodo convencional de 18/6 horas en la fase de crecimiento y 12/12 horas en la fase de floración.
Con este método se pueden cultivar variedades automáticas como Blue Cheese Autoflowering, Cheese Autoflowering, Critical+ 2.0 Autoflowering, Critical Cheese Autoflowering, Sour Diesel Autoflowering y Moby Dick Autoflowering.
También se puede cultiva a partir de clones. En ese caso es conveniente un fotoperiodo de 12/12 horas una vez que los clones hayan enraizado. Durante un tiempo se producirá un crecimiento natural de la planta pero ello no supondrá un problema ya que se podrá controlar enseguida.
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