- Los microácaros son diminutos insectos que pueden atacar nuestras plantas de marihuana para alimentarse.
- La principal característica es su pequeño tamaño, lo que les hace casi imperceptibles al ojo humano.
- A pesar de su tamaño, o quizás precisamente por eso, son un enemigo peligroso al que combatir, para evitar que su voraz apetito acabe por destruir nuestro cultivo.
Con el nombre de microácaros se identifica vulgarmente a diferentes especies de insectos que pertenecen a las familias de eriófidos y 'Tarsonemidae'. Se han agrupado bajo esta denominación por comparación con la araña roja, de mayor tamaño, que pertenece a otra familia de ácaros: los tetraníquidos.
Los microácaros son también arácnidos, una clase dentro del filo de los artrópodos (con cuatro pares de patas articuladas) y carecen tanto de cabeza como de mandíbulas. Para alimentarse chupan la savia de la plantas. Pero lo peor es que, además, segregan una toxina que regula el crecimiento vegetal a medida que comen.
Unos pocos microácaros pueden causar muchos daños en poco tiempo, pues deforman y distorsionan los cogollos y las hojas jóvenes. Los bordes de estas hojas pueden rizarse hacia arriba y las hojas enteras pueden cerrarse hacia abajo, fruncirse, arrugarse, volverse quebradizas y mostrar señales de desgarro. Las hojas afectadas también pueden aparecer brillantes o húmedas. Además los entrenudos se acortan, los brotes se paralizan y el crecimiento en general se atrofia. Los daños son parecidos a los que ocasionan los herbicidas.
Aunque el principal riesgo es que los microácaros no son visibles a simple vista: es necesario un microscopio para detectarlos, pues las lupas de mano no son lo bastante potentes para poder verlos. Además, los síntomas del ataque de estos pequeños arácnidos se pueden confundir fácilmente con una deficiencia de nutrientes o un desequilibrio en el pH. Todo ello dificulta identificar una plaga.
Los síntomas más evidentes son el color amarillento del follaje y los tallos, unas hojas curvas e inclinadas y el retraso del crecimiento.
¿Qué microácaro te está atacando?
Existen diversas especies de microácaros, pero las dos más comunes que pueden atacar nuestras plantas de marihuana son la 'Tarsonemus latus' y la 'Stenotarsonemus pallidus'. Ambas especies causan daños similares en el cultivo de marihuana.
- El 'Tarsonemus latus' es originaria de los trópicos y subtrópicos, aunque ya es habitual encontrarlo en Europa. De color amarillento o verdoso, las hembras miden entre 0,14 mm y 0,24 mm, y los machos, algo más pequeños, entre 0,11 mm y 0,17 mm. Se instalan en la parte inferior de las hojas y pueden mudarse a las flores mientras aún están cerradas. Cuando esta especie ataca nuestras plantas, se marchitan y pierden color. Las flores se deforman y los capullos pueden caerse.
- El 'Stenotarsonemus pallidus' es otra especie de microácaro, perteneciente a la familia 'Tarsonemidae'. Es muy habitual encontrarla en las fresas, aunque, al ser un organismo polífago, no es raro que ataque a la marihuana. Los adultos tiene una forma ovalada, que oscila entre 0,2 mm de largo a unos 0,25 mm. A pesar de su pequeño tamaño, son similares a pequeñas arañas. En su corto ciclo vital, pues no viven más de 15 días, una hembra puede poner entre 30 y 75 huevos de un blanco vítreo; cada una eclosiona en una larva joven de 4 a 8 días después de la colocación.
Prevenir es mejor que curar
Para vivir y desarrollarse, los microácaros requieren de unas determinadas condiciones ambientales. La humedad relativa debe situarse entre el 80 % y el 100 %, con una temperatura que oscile entre 15 ºC y 22 ºC. Además, rechazan la luz y el calor. Cuando la humedad relativa está por debajo del 70 %, mueren.
Los microácaros pueden aparecer en cualquier etapa del ciclo de la planta, desde plántulas hasta en plantas con flores. Para prevenir su aparición puedes tomar algunas medidas que hagan de tus plantas un lugar poco agradable, o incluso mortal, para ellos, como reducir la humedad entre 60 % y 75 %, y unas temperaturas altas, que se sitúen entre los 22 ºC y 25 ºC.
Recuerda que los microácaros pueden ser transportados hasta nuestras plantas por el viento y por adhesión a herramientas, personas o insectos (pulgón, mosca blanca, etc.), los cuales le sirven de medio de transporte. También llegan mediante otros animales, como aves o roedores, por lo que si estos se acercan es posible que las contagien.
Si la prevención no funciona, actúa
En caso de que no consigamos mantener a raya a estos indeseables bichos, deberás tomar medidas para acabar con ellos cuanto antes. No olvides que los síntomas de su presencia son muy similares a los de una deficiencia nutricional o un desequilibrio en el pH. Por lo tanto, antes de aplicar cualquier tratamiento, asegúrate de la causa. En caso de que confirmes que tus plantas han sido infestadas, hay diversos métodos para combatirlas:
Para acabar con los microácaros es conveniente reducir la humedad entre el 60 %-70 % y subir la temperatura entre los 22 ºC-25 ºC.
1- El control biológico
Los depredadores de ácaros ofrecen un control satisfactorio en muchas ocasiones. Dos enemigos naturales específicos, el 'Euseius stipulatus' y el 'Typhlodromus ovalis', han sido evaluados por distintas universidades como agentes biológicos de control de estos microácaros, ya que son plagas comunes en algunos cultivos de invernadero comerciales. También el 'Amblyseius californicus' come araña roja y microácaros, pero recuerda que si no hay comida para los depredadores, estos se marchan o mueren.
Aunque nada como los coccinélidos, también conocidos comúnmente como mariquitas, pues actúan como depredadores de ácaros y otros insectos, como los pulgones o la cochinilla, tan comunes en los cultivos de marihuana. Sin duda unos 'enemigos naturales' muy activos para mantener bajo control a las amenazas que acechan nuestras plantas.
2- El aceite de Neem
El aceite de Neem es una excelente solución natural adecuada para luchar contra las plagas de microácaros. Si te interesa, es fácil adquirirlo en tiendas de cultivo, grow shops o de jardinería. El uso es muy simple: lo insertas en un nebulizador y rocías las áreas infectadas de la planta.
Aunque es un producto natural, también es una sustancia fuerte, por lo que, si lo aplicas en la parte superior, puede dejar un sabor desagradable. Tampoco es conveniente usarlo durante largos períodos. Si la situación no es grave, aplícalo una sola vez y observa durante un par de días. Si lo requiere, puedes usarlo más a menudo, pero deberás proporcionar a las plantas un poco de cuidado y atención adicionales. Otros aceites que ofrecen resultados similares son los de eucalipto, romero y limón, así como la canela.
3- La lucha sostenible: los insecticidas ecológicos
Si el aceite de Neem no es suficiente para erradicar la infección de microácaros, puedes optar por insecticidas ecológicos:
- El Essentria IC3 es una mezcla de aceites vegetales. Se puede aplicar directamente en la planta con un nebulizador. La operación debe repetirse cada 8 horas, hasta que puedas verificar que los indeseados pobladores de tu planta han desaparecido.
- El Spinosad consigue matar a los parásitos mediante contacto. Para que funcione, debes aplicarlo directamente en las áreas afectadas, una vez al día, hasta que los microácaros desaparezcan.
4- El último recurso: las armas químicas
A pesar de los esfuerzos, a veces es imposible luchar con la prevención y con armas naturales. En estos casos, y solo si la gravedad de la situación lo requiere, puedes hacer uso de insecticidas químicos.
Estos productos suelen ser muy efectivos y eliminan muchos parásitos. Pero la parte negativa es que están compuestos por sustancias químicas potentes, que tienden a estresar la planta y a dejar residuos tóxicos para el consumo, así que hay que tener mucho cuidado con su utilización.
Si finalmente te decides a usarlos, recuerda que debes aplicarlos directamente a las áreas afectadas de la planta, dejando que actúe durante un tiempo. En algunos casos, puede ser necesario repetir la aplicación varias veces para acabar con la plaga. Después del tratamiento, recuerda enjuagar bien el suelo. Cuando lo finalices, podrás volver a dar a tus plantas los cuidados habituales. Seguro que los microácaros dejarán de ser un problema.
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