- Una de las características más inconfundibles del cannabis es su aroma. Algo que es un motivo de agrado para los cultivadores pero que puede convertirse en un problema si debemos camuflar la presencia de la planta.
- Para evitar estos olores en nuestras plantas de marihuana existen diferentes métodos, que van desde los remedios más caseros como plantar otras especies aromáticas en el entorno hasta instalar filtros antiolor en los sistemas de ventilación para limpiar el aire y no levantar ningún tipo de sospecha.
- Te explicamos las distintas alternativas y hasta algún truco que te servirá para pequeños espacios.
¿Cuántas veces has detectado la presencia de plantas de marihuana por el olor? Seguro que en numerosas ocasiones has notado un aroma que te resultaba familiar y, a pocos metros de donde te encontrabas, había una plantación. Por eso, a veces, por muy camufladas que estén nuestras plantas, el olor que desprende el cannabis puede evidenciar nuestro cultivo. Sin embargo, no hay de qué preocuparse, porque existen varios métodos para controlarlo tanto en interior como en exterior y así no atraer las atenciones.
La floración será el momento en que las plantas de marihuana huelan más. Sin embargo, existen algunas variedades más fragantes que otras, por lo que si prefieres no arriesgarte en este tema puedes seleccionar genéticas como la California Hash Plant, la Industrial Plant o la Blue Thai, que tienen tintes cítricos que enmascaran en parte su aroma. Aun así debes tener en cuenta que, poco o mucho, todas las plantas de marihuana desprenden olor, por lo que es importante que estés preparado para combatirlo.
Métodos para eliminar el olor en los cultivos de interior
Si contamos con un gran cultivo en interior donde los remedios caseros (de los que hablaremos más adelante) no parecen solucionar nuestro problema, lo más recomendable es utilizar un sistema antiolor que nos garantice su eliminación por completo.
Filtros de carbón activo
Son los más utilizados por los cultivadores experimentados. Incluso algunos aseguran que este tipo de filtros son imprescindibles para los cultivos 'indoor', ya que evitan que el aroma de las plantas salga al exterior a través del sistema de ventilación. No obstante, si te decantas por esta posibilidad no debes olvidar que para funcionar correctamente necesitan estar conectados a un extractor de aire tubular adaptado a su capacidad.
De esta forma, el olor que procede de los armarios y salas de cultivo pasa a través del filtro, repleto de pequeños 'pellets' (es decir, cilindros de tamaño reducido) de carbón activo, que se encargan de neutralizar el aroma del aire. Así, al contrario que ocurre con otros productos que detallaremos a continuación, los filtros no aportan ningún otro olor a la estancia, sino que ofrecen un aire limpio de cualquier resto de cannabis. Por su parte, estos filtros se encuentra disponible en diversos diámetros y capacidades según las necesidades del cultivo. No obstante, en el mercado también puedes encontrar otro tipo de filtros más modernos y de última generación, como los que ofrecen Can Filters, Carbonactive u Odorsok. Los primeros proceden del mayor fabricante de filtros de carbón activado de Europa y gozan de tener una vida útil que ronda los 30 meses.
Elegir el filtro que mejor se ajuste a nuestras necesidades dependerá principalmente del tamaño de nuestro cultivo. Cuanto más grande sea, más potente deberá ser el filtro para que pueda purificar el aire. Una manera de saber exactamente cuál es el más adecuado es conocer los metros cúbicos de aire que hay en el cultivo interior. Para calcularlos debemos utilizar una sencilla fórmula con las dimensiones del espacio que ocupa: ancho x fondo x alto.
Por ejemplo, si nuestro espacio de cultivo mide 10 metros de ancho, 10 metros de fondo y 2,5 metros de alto, deberemos calcular 10 x 10 x 2,5, lo que da como resultado 250 metros cúbicos. Sin embargo, es importante que a la hora de elegir el filtro tenga algo más de capacidad que la calculada. De este modo, si nuestro volumen es de 250 metros cúbicos, debemos comprar un filtro para 300 metros cúbicos por hora. Esto garantizará que el filtrado sea mucho más efectivo.
También existen otros filtros que no contiene carbón activo en su interior, como por ejemplo los de fibra de coco, que también pueden ser una buena opción para elegir. De cualquier modo, es importante que cuando te plantees adquirir un aparato de este tipo lo compres nuevo, ya que los filtros van perdiendo eficacia con el uso. Además, con estos filtros es recomendable utilizar un extractor (como el de la imagen inferior) de calidad que permita evacuar el aire purificado sin mayor problema.
Generador de ozono o ozonizador
Este tipo de aparatos eliminan los olores a través de la creación de ozono, encargado de destruir las partículas olorosas. En el mercado existen diversos modelos que van desde los 20 hasta los 200 euros dependiendo de su tamaño.
Además, los generadores de ozono pueden ser de dos tipos: los que distribuyen el ozono actuando en el interior y los que, adheridos al tubo de extracción de aire, lo purifican antes de salir al exterior. En el primer caso, debemos elegir uno que genere la cantidad suficiente para cubrir nuestro área de cultivo. Existen diferentes generadores que pueden actuar en dimensiones de un metro cuadrado hasta cien. Aun así, con este tipo de aparatos debemos de tener mucha precaución, ya que respirar grandes cantidades de ozono puede ser perjudicial para nuestra salud.
Algunos cultivadores combinan el uso de estos generadores de ozono con los filtros de carbono para extraer el olor a óxido que desprende el ozono y así garantizar un mayor éxito en la eliminación de todo tipo de aromas.
Geles y ambientadores artificiales
En el mercado existen varios productos específicos para camuflar el olor a marihuana. Es el caso de los geles y esprays de la marca canadiense Ona, que se deben colocar en la zona donde queremos neutralizarlo. Tanto en el caso de los sprays como en el de los geles su aplicación es muy sencilla. Los primeros se pulverizan en el ambiente, mientras que los segundos vienen en unos pequeños cubos que deben permanecer abiertos para funcionar. Estos botes dejarán de ser efectivos cuando el gel de su interior se seque.
Otras opciones son los dispensadores que se rellenan con pastillas antiolor o los ambientadores a base de aceites esenciales. Estos camuflan el olor de marihuana con otros aromas más potentes.
Otras formas de acabar con el olor en el interior
Tener nuestro cultivo en interior, en un espacio cerrado, puede traernos más de un problema de olor. En ocasiones, esto se soluciona con una buena ventilación; sin embargo, si no queremos arriesgarnos a que los vecinos se den cuenta de ciertos aromas, podemos comprar productos en tiendas especializadas o hacerlos uno mismo.
Algunos cultivadores optan por soluciones caseras que no necesitan de productos artificiales, ya que estos remedios son sencillos y no perjudicarán a nuestras plantas. Algunos de los más usados popularmente son:
Un vaso con vinagre
Si tenemos nuestro cultivo en un armario pequeño, colocar un vaso de vinagre en su interior será una buena forma de combatir el olor de la marihuana. El aroma que desprende el vinagre es muy fuerte y, por tanto, acabará por camuflar el del cannabis. Eso sí, debes cambiarlo cada tres días porque, pasado ese tiempo, pierde sus propiedades.
Limón y clavos
El uso de estos productos también absorberá el olor. Para ello debes cortar un limón por la mitad y colocar en cada parte media docena de clavos naturales. También se deberá cambiar cada tres días con el fin de que el cítrico no se seque y junto con los clavos siga cumpliendo su función.
Velas aromáticas e incienso
Todo lo que desprenda olor nos ayudará a camuflar el olor de la marihuana; por eso, colocar velas aromáticas y encender barritas de incienso es una buena solución. Lo único que debes tener en cuenta es que estos remedios no lo absorben, tan solo lo disimulan.
Esencia de vainilla
Incluso puedes hacer tú mismo un ambientador natural con perfume de vainilla. Para ello deberás mezclar 15 mililitros de esencia de vainilla y una cucharada de aceite y calentarla en el horno a 150 grados. Tras unos 10 minutos, comenzarás a notar una agradable fragancia. Deja que se impregne por toda la casa para que el olor a marihuana desaparezca. Tus vecinos pensarán que estás haciendo un delicioso postre.
Y en los cultivos de exterior… ¿cómo acabamos con el olor?
Los métodos utilizados en interior de nada sirven para los cultivos al aire libre, donde estamos sujetos a la caprichosa acción de los vientos cambiantes. Ahora bien, si crees que plantando en exterior puedes tener problemas con el aroma, lo primero que te recomendamos es hacerte con variedades que sean poco olorosas, como las anteriormente mencionadas.
En exterior contamos con las ventajas y los inconvenientes de la naturaleza. Por ejemplo, en algunas ocasiones el viento puede ser nuestro aliado llevando lejos el olor; pero, en otras, podría perjudicarnos al arrastrarlo hacia la casa de los vecinos o a un camino público que pase cerca de nuestro jardín. En este sentido, la mejor forma de evitarlo es plantar otras especies vegetales alrededor que desprendan un potente perfume. Es el caso de plantas aromáticas como el tomillo, la hierbabuena, la menta o incluso la lavanda, que servirán para camuflar el olor de la marihuana y para mostrar variedad vegetal ante miradas indiscretas.
Además, la existencia de otras plantas cercanas a nuestro cultivo de marihuana también servirá para mantenerlas a salvo de insectos y plagas indeseadas, ya que atraerán a un gran número de especies depredadoras, como las mariquitas, que incluyen el polen o la melaza en su dieta. Cuanta mayor diversidad biológica haya más beneficioso será para nuestras plantas de marihuana.
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