Una ciudad estadounidense está cambiando las cárceles por cultivos de cannabis

La pequeña ciudad de Adelanto ha empezado a cambiar su tradicional filosofía para abrazar un nuevo camino lleno de luz y verdor. Ha pasado más de 24 años nutriéndose sin éxito de una economía sustentada por las cárceles y ahora quiere acabar con ellas mientras impulsa un negocio basado en el cultivo de cannabis con fines terapéuticos. Dado que su estado aún no ha legalizado la planta con fines recreativos pero sí con medicinales, se convertirá en un ejemplo para el resto de lugares de Estados Unidos (e internacionales) que hayan dado pasos a favor de la planta.

Esta se ha convertido en la segunda ciudad de California que permite cultivar marihuana medicinal para venderla, después de un año de intenso debate en el Ayuntamiento, que finalizó a finales del noviembre pasado con votos favorables a la medida. John 'Bug' Woodard, su regidor actual, ha explicado que no tenía nada que perder y considera que la ciudad no podía retroceder más de lo que ya había hecho. "Estaba en la ruina", dice. Ahora el éxito está garantizado.

La puesta en marcha de la decisión ya se hace notar en lo que los lugareños llaman "fiebre de la tierra". Cada vez más personas quieren trabajar esos cultivos, puesto que casi 33.000 residentes viven por debajo del umbral de la pobreza, los mismos que habían intentado salir adelante dando la bienvenida a cárceles y a bancos bajo promesa de puestos de trabajo e ingresos constantes que nunca llegaron.

De momento, Ky-Mani Marley, uno de los hijos de Bob Marley, ya ha conseguido una licencia para cultivar, según ha explicado el abogado que controla el nuevo proyecto. También han mostrado interés otros músicos y famosos relacionados con el mundo del cannabis e incluso atletas profesionales cuyos nombres aún no se han revelado.

Además, ya son 27 las empresas que tienen permiso para cultivar en Adelanto, y dos más aún están pendientes. Se espera que la primera cosecha llegue en verano. Cuando se alcance toda la capacidad posible, la ciudad estará produciendo miles de kilos de marihuana para la industria médica. Los cuantiosos ingresos derivados de este sector no deberían tardar en repercutir sobre sus ciudadanos.

Los expertos están seguros de que este caso supondrá un progreso para todo el país y de que llevará a que otros puntos también dejen a un lado una economía basada en las cárceles para dedicarse a otra que ayuda a la salud del ser humano y al propio medioambiente.