Cierra el Mellow Yellow, el coffee shop más antiguo del mundo

Mellow Yellow nació en 1973 cuando un grupo de amigos decidió ocupar una antigua panadería en la ciudad de Ámsterdam para llevar a cabo una misión que aparentemente parecía una locura: abrir un salón de té donde los clientes pudieran comprar y consumir hachís y marihuana. Contra todo pronóstico el experimento no solamente logró salir adelante sino que fue el comienzo de un fructífero movimiento que habría de transformar para siempre la ciudad. Su fundador, Wernard Bruining, tomó prestado el título de una canción del escocés Donovan que hacía referencia a fumar cáscaras de plátano para bautizar su local y hacer un guiño a los clientes.

Así fue como el primer coffee shop del mundo comenzó a funcionar, un proyecto que se hizo posible gracias a un marco político y legislativo muy particular. Y es que por aquel entonces la heroína se había convertido en un serio problema en los Países Bajos, droga barata y de mala calidad inundaba las calles creando una seria amenaza para la salud pública. Con el objetivo de terminar con los estragos que estaba causando, sobretodo en la capital, se implementó la nueva Ley del Opio, que distinguía entre drogas duras y blandas, así fue como la marihuana fue clasificado como droga blanda y despenalizada.

No es de extrañar que dentro de este favorable contexto, el Mellow Yellow floreciera a un ritmo vertiginoso, y lo que había comenzado siendo una forma de pasar el rato entre amigos pronto se convirtió en un próspero negocio que sentó precedente. La proliferación de coffee shops en Amsterdam no se hizo esperar, y la ciudad pronto se convirtió en símbolo del progresismo europeo. Durante esa época, el Mellow Yellow llegó a tener que establecer límites de tiempo para los clientes.

Sin embargo, hay proyectos que mueren de éxito, y eso es lo que ha sucedido con el movimiento de coffee shops de la capital holandesa. El hecho de ofrecer un producto que en la mayoría de países del mundo es ilegal ha atraído durante décadas a millones de extranjeros, una peregrinación cannábica que ha saturado la ciudad de Ámsterdam y la ha convertido en el Disney World de la marihuana. El llamado "turismo de drogas" ha sido demasiado para una ciudad que cuenta con 800.000 habitantes pero que en 2016 recibió más de 5,2 millones de turistas. Así es como, en los últimos años, mientras en otros países se ha comenzado a regularizar la marihuana, las leyes en los Países Bajos se han endurecido.

Una decisión por parte del gobierno que para muchos significa un retroceso y que ha llegado como consecuencia del limbo legislativo en el que ha flotado el movimiento cannábico holandés durante las últimas décadas. La política de tolerancia debía ser un paso intermedio hacia un proceso de regularización completo que nunca llegó y el sistema quedó suspendido en el tiempo en una especie de "tierra de nadie" en la que a los coffee shops se les permite vender cannabis pero no producirlo, con lo que se ven obligados a comprarlo en las redes de distribución ilícitas.

Un nuevo panorama legal plagado de restricciones para los coffee shops que ha hecho que muchos de ellos hayan tenido que bajar la persiana por no poder cumplir con las nuevas ordenanzas. Hoy se une a esa larga lista de bajas el que fuera punta de lanza de un fenómeno que durante décadas simbolizó la esperanza y la libertad para el movimiento cannábico. Mellow Yellow se despide tras 43 años de intensa actividad porque estaba situado a 230 metros (y no más de 250 como marcan las nuevas ordenanzas) de un centro formativo. Desde Dinafem no se nos ocurre un mejor homenaje que compartir con vosotros la canción que inspiró al fundador de este mítico local, ese lugar mágico en el que el pasado 31 de diciembre se fumaron las últimas cáscaras de plátano. Hasta siempre Mellow Yellow.