- Un reciente estudio de la Universidad de Arkansas sugiere que el CBD puede ser dañino para nuestro hígado, de la misma manera que lo son el alcohol, las drogas o algunos medicamentos.
- Utilizando ratones, los investigadores afirman que las personas que usan CBD podrían tener un riesgo elevado de sufrir toxicidad hepática.
- Este tipo de estudios, tildados por el activismo cannábico como de “exagerados”, explicaría la demora de la FDA en promulgar las normas sobre la regulación del CBD, al escudarse en inquietantes afirmaciones sobre los posibles impactos en la salud del cannabidiol.
No se puede negar que el CBD está de moda. Esta sustancia, que a menudo se publicita como más segura que muchos medicamentos convencionales, se está convirtiendo en un tratamiento alternativo para una variedad de enfermedades muy comunes, desde la ansiedad hasta el dolor crónico. Pero un nuevo estudio sugiere que el CBD puede también generar problemas de salud. Específicamente, podría dañar nuestro hígado de la misma manera que lo hace el alcohol o los químicos presentes en drogas y fármacos.
Investigadores de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Arkansas (EE.UU.) analizaron recientemente la hepatotoxicidad del CBD en ratones, encontrando que, mientras este derivado del cannabis está ganando un reconocimiento significativo en el mundo del bienestar, las personas que usan CBD tienen un riesgo elevado de toxicidad hepática, una de las más temidas reacciones adversas a los medicamentos, tanto por su impacto en términos de mortalidad como por sus repercusiones económicas durante el proceso de desarrollo de los fármacos.
Los hallazgos, que se publicaron a finales de abril de 2019 en la revista 'Molecules', sugieren que si bien las personas pueden estar usando CBD como una alternativa más segura a los analgésicos convencionales, este compuesto podría ser igualmente dañino para el hígado.
¿Cómo se realizó la investigación?
Primero, los investigadores utilizaron para su estudio la dosis recomendada del medicamento a base de CBD conocido como Epidiolex, un medicamento que la FDA (la Administración de Medicamentos y Alimentos de los EE. UU.) aprobó para el tratamiento de ciertos tipos de epilepsia en niños. Epidiolex fue el primer medicamento a base de cannabis aprobado para distribución nacional en los Estados Unidos.
Luego, los investigadores examinaron ratones a los que se les había suministrado varias dosis de CBD. Algunos de los animales recibieron dosis más bajas, mientras que otros recibieron dosis más altas. Al examinar los ratones con dosis de CBD más altas, algunos mostraron signos de daño hepático en tan solo 24 horas. En unos pocos días, un gran número de ellos (el 75% concretamente) habían muerto o estaban cerca de la muerte.
Igor Koturbash, el director del estudio, explica que la etiqueta de Epidolex "establece claramente una advertencia de daño en el hígado y que se deben vigilar los niveles de enzimas hepáticas de los pacientes. En ensayos clínicos, del 5% a 20% de los pacientes desarrollaron enzimas hepáticas elevadas".
Esencialmente sugiere que el Epidolex tiene el potencial de conducir a una enfermedad en el hígado. En otras palabras, cualquier persona que tome CBD regularmente y en dosis más altas podría encontrarse involuntariamente en el camino hacia una enfermedad hepática.
¿Se pueden sacar conclusiones de este estudio?
Independientemente de esta investigación en particular, es difícil sacar datos concluyentes si los estudios se hacen con ratones. Es el hígado de un ratón, no el de un humano. Los estudios en animales pueden relacionarse con humanos, pero con frecuencia los cannabinoides tienen efectos fisiológicos drásticamente diferentes en los ratones en comparación con los perros o las personas. Y es que las variaciones entre especies de mamíferos se reproducen de la misma forma en sus sistemas endocannabinoides.
De hecho, Project CBD, una organización sin ánimo de lucro con sede en California dedicada a analizar y vigilar la investigación sobre el cannabidiol, recientemente redactó un contundente informe de rechazo sobre esta afirmación de daños hepáticos, una "afirmación sensacionalista que se basa en un estudio más que dudoso".
Para empezar, el estudio de la Universidad de Arkansas no realizó pruebas reales en humanos, lo que Project CBD llama "una distinción enormemente importante". También critican que los ratones fueran sometidos a dosis proporcionales a las utilizadas por los humanos, afirmando que "los consumidores de CBD del mundo real no ingieren el 0.25% de su peso corporal ", la dosis máxima utilizada con los ratones en el estudio.
La crítica de Project CBD también se extiende a que el estudio está lleno de "declaraciones extrañas y un diseño experimental irracional". Incluso añaden que los autores menosprecian la importancia de los hallazgos médicos positivos sobre el CBD, como sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes, que incluso se plasman en estudios anteriores que también han sugerido que la marihuana en realidad puede ayudar a prevenir el daño hepático en personas con alcoholismo.
¿Cuál es la postura de la FDA ante este tipo de investigaciones?
La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. está recibiendo presiones desde distintos estamentos políticos y sociales para regular los productos que contienen cannabidiol. De hecho, el CBD derivado del cáñamo ya se legalizó a nivel federal bajo la Ley Agrícola de 2018, pero los productos alimenticios y farmacéuticos preparados con este compuesto siguen siendo técnicamente ilegales hasta que la FDA implemente las regulaciones pertinentes.
Por tanto, ninguno de los productos con CBD que se venden actualmente en todo EE.UU. ha recibido la aprobación de la FDA. Y el único medicamento que ha sido aprobado, Epidiolex, aparentemente tiene una gran advertencia de potencial daño hepático.
En una declaración publicada en el sitio web de la FDA el 19 de junio "se reconoce el significativo interés público" del CBD tras la audiencia pública sobre el asunto celebrada el 31 de mayo pasado. Pero a modo de explicación para el retraso en la normativa, aduce que todavía "existen muchas preguntas sin respuesta sobre la ciencia, la seguridad y la calidad de los productos que contienen este compuesto".
Así, después de citar las dudas sobre la "exposición acumulativa" (por ejemplo, por usar múltiples productos de CBD el mismo día) y los efectos en poblaciones especiales (por ejemplo, niños y ancianos), la declaración cita investigaciones recientes que pretenden vincular el uso de CBD con el daño hepático, como la de la Universidad de Arkansas.
Según la declaración, durante su revisión de la licencia para el Epidiolex, la FDA "identificó ciertos riesgos de seguridad, incluido el potencial de lesión hepática. Estos son riesgos graves que se pueden controlar cuando un medicamento con CBD aprobado por la FDA se toma bajo supervisión médica, pero están menos claros cuando el CBD se usa mucho más ampliamente y sin supervisión médica".
Una recomendación a la que también se une el Dr. Koturbash, que en su estudio se apresuró en señalar que los productos de CBD que llegan al mercado pueden no presentar este riesgo hepático particular descubierto por su equipo. De lo que está seguro, sin embargo, es que "se necesita más investigación sobre el CBD para evaluar su seguridad en general".
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