¿Por qué el CBD funciona mejor cuando se combina con otros cannabinoides?

Una de las características de la marihuana es que posee una amplia variedad de compuestos químicos. Además de los más comunes, como pueden ser el THC o el CBD, los estudios científicos han permitido identificar más de 100 fitocannabinoides, incluidas sus formas ácidas y neutras, que también pueden surtir efectos en el organismo humano y que, por tanto, son susceptibles de ser explotados medicinalmente.

La realidad es que, a pesar de ello, la mayor parte de las personas solo conocen los beneficios terapéuticos del cannabidiol, es decir, del CBD. Sin embargo, un reciente estudio, titulado 'Potential Clinical Benefits of CBD-Rich Cannabis Extracts Over Purified CBD in Treatment-Resistant Epilepsy: Observational Data Meta-analysis', que se ha desarrollado a lo largo de cuatro años en Brasil, ha demostrado que esta sustancia resulta más beneficiosa y eficaz cuando se suministra junto con otros cannabinoides.

La investigación pretendía determinar cómo afecta el CBD a ciertas formas de epilepsia y si su uso ofrece las suficientes garantías de seguridad. El resultado evidencia que, efectivamente, el CBD es una sustancia eficaz para tratar esta enfermedad, dado que el tratamiento con él reduce la frecuencia de las convulsiones sufridas. Esta mejoría fue notable incluso entre aquellos pacientes con formas de epilepsia más graves y resistentes a otros tratamientos.

El resultado más interesante fue que el 61 % de los pacientes a los que se administró extracto de CBD notaron mejoría. En cambio, en aquellos a los que se suministró CBD purificado (es decir, sin trazas de ninguna otra sustancia) solo se confirmó la mejoría en el 39 % de los casos.

El 61 % de los pacientes a los que se administró extracto de CBD notaron mejoría. En cambio, en aquellos a los que se suministró CBD purificado solo se confirmó la mejoría en el 39 % de los casos.

La conclusión del equipo es que los extractos ricos en CBD parecen presentar un mejor perfil terapéutico que el CBD purificado, al menos en los pacientes con epilepsia refractaria que participaron en la investigación. Los investigadores apuntaron a que esta diferencia puede deberse a los efectos sinérgicos del CDB con otros fitocompuestos, aunque también apuntaron que debe ser confirmado por futuros estudios clínicos controlados. El extracto de CBD puede estar acompañado, entre otros, de THC o de cannabinol (CBN), lo que, al parecer, podría reforzar la eficacia terapéutica del CBD.

El efecto séquito

La explicación concuerda perfectamente con el efecto séquito o 'entourage effect'. Es una teoría defendida por los partidarios de la marihuana medicinal, según la cual todos los cannabinoides que se encuentran en la planta trabajan juntos para producir el efecto ideal en el organismo humano. Este término fue creado por el investigador israelí Raphael Mechoulam en 1999, para sugerir que los compuestos secundarios del cannabis potencian los efectos positivos del THC, ayudando a reducir la ansiedad por psicoactividad.

Los países que han legalizado el uso del cannabis medicinal, o están en proceso de hacerlo, han dado luz verde a productos basados en aceites con alto contenido en cannabidiol (CBD). Sin embargo, el THC sigue siendo una sustancia considerada negativa por su componente psicoactivo, que es el causante de una sensación de euforia en quien consume marihuana. Por ello los productos terapéuticos no contienen esta sustancia. Sin embargo, esta exclusión no siempre ha sido bien recibida por algunos investigadores, que advierten de que utilizar solo CBD hará que los pacientes vean limitados los potenciales beneficios terapéuticos.

Lo realmente potente es la combinación entre varios elementos que tendrán diferentes resultados sobre distintas personas.

En 2010, el neurólogo estadounidense Ethan B. Russo presentó un estudio titulado 'Taming THC: potential cannabis synergy and phytocannabinoid-terpenoid entourage effects', en el que exponía que el efecto séquito resultaba positivo para tratar algunas dolencias, tales como dolor, inflamación, depresión, ansiedad, determinadas adicciones, epilepsia, cáncer, hongos y algunas infecciones. Señaló, además, la forma en la que cada uno de los compuestos del cannabis (cannabinoides, cetonas, ésteres, lactonas, alcoholes, ácidos grasos, esteroides y terpenos) actuaba en el cuerpo humano y cómo, en muchos casos, eran precisamente las diferentes interacciones entre ellos lo que generaba los efectos más beneficiosos.

Debido a esto, cuando un químico se separa del resto de los componentes del cannabis, como ocurre por ejemplo con el fármaco dronabinol (una marihuana líquida sintetizada en laboratorio a partir del principal ingrediente de la planta, el tetrahidrocannabinol) el efecto médico de la marihuana es diferente y, en la mayoría de los que recurren a la planta para aliviar sus dolencias, más débil. Además muchos pacientes prefieren experimentar todo el rango de efectos de la marihuana, porque la mayor parte de los enfermos que recurren a ella tiene un amplio abanico de síntomas. También otros estudios han demostrado que los efectos de los cannabinoides se ven aumentados o mitigados por otros compuestos secundarios como los terpenos. Incluso pequeñas cantidades de terpenos (aceites fragantes que dan al cannabis su olor) pueden lograr una gran diferencia.

La interacción con los terpenos

Los terpenos son unos compuestos orgánicos aromáticos y volátiles, que se constituyen a partir de la suma de unidades de un hidrocarburo de 5 átomos de carbono, llamado isopreno. Una de sus características más llamativas es su facilidad para evaporarse, por lo que es fácilmente perceptible por el olfato. Ello ha dado pie a que diversos investigadores resalten su importancia en actividades terapéuticas como la aromaterapia.

Los efectos de los cannabinoides se ven aumentados o mitigados por otros compuestos secundarios como los terpenos.

En el cannabis existen más de 200 terpenos. Sin embargo, solo algunos de ellos en cantidades suficientes para ser percibidas por el ser humano. Los terpenos han permitido una ventaja evolutiva para la marihuana, ya que han actuado como repelente de insectos y hongos. Además, son los culpables del característico y reconocible olor de esta planta.

El doctor Russo destacaba en su artículo las múltiples indicaciones terapéuticas de los terpenos y alertaba de que esta sustancia no se encuentra presente en aquellos productos que incluyen solo CBD, lo que suponía una privación de sus beneficios para los pacientes. Y es que los terpenos, por ejemplo, bloquean algunos receptores cannabinoides en el cerebro mientras que promueven la unión de otros. Hasta donde se sabe, parece que estas moléculas afectan a la forma en que el cerebro acepta el THC y el CBD, además de ofrecer beneficios terapéuticos propios. Esto quiere decir que esos terpenos y los propios cannabinoides trabajan juntos.

Los avances en la investigación sobre el efecto combinado del CBD con otros compuestos parecen evidentes. La investigación del equipo brasileño es un paso más en el camino hacia la demostración de que el cannabis resulta más beneficioso terapéuticamente cuanto más respeta su configuración natural. Los gobiernos no deben obviar esta realidad: si se pretende avanzar en el uso medicinal de la marihuana, no parece razonable mantener una legislación que no desarrolla el potencial de este tipo de medicinas, privando a los pacientes de unos mejores resultados en el tratamiento de sus enfermedades.