- No son pocos quienes buscan disfrutar del consumo de marihuana sin fumar. Para ellos, la planta abre un gran abanico de posibilidades. Una de ellas, que cada vez conquista a más personas, es la cápsula de cannabis, que además de postularse como una manera discreta de consumo también puede prepararse en casa de manera sencilla.
Consumir marihuana para disfrutar al máximo de sus cualidades y efectos es posible a través de muy diversas técnicas. Aunque fumar sea la más conocida y extendida, no se deben pasar por alto consumos alternativos. Ejemplo de ello son las cápsulas o 'caps', que permiten ingerir cannabis vía oral sin tener que tomar calorías de más o ingredientes innecesarios.
Las ventajas que presentan son variadas: tienen una fácil dosificación, nuestro organismo las metaboliza de forma óptima y son ideales para quienes quieran consumir cannabis de manera discreta, fácil y rápida. Por otra parte, se preparan fácilmente en casa, de forma segura y económica. No sorprende, por tanto, que se hayan abierto un prometedor hueco en la industria cannábica.
Preparación de 'caps' de cannabis
A fin de no quedarse con las ganas, esta es una receta sencilla para preparar las cápsulas en casa. Lo primero que debe plantearse es la dosis, que depende de tres variables: potencia de la hierba, proporción de aceite y proceso de descarboxilación (reacción química en la cual el grupo carboxilo se elimina en forma de CO2). Sobre esto, es importante tener en cuenta que las cápsulas hechas con brotes son más potentes que las preparadas a base de recortes.
Para unas 40 cápsulas se necesita cannabis (entre 7 y 14 gramos), un cuarto de taza de aceite de coco y media cucharadita de lecitina de soja. Como herramientas se precisa de un horno, cápsulas de gelatina vacías, máquina para rellenar cápsulas, una jeringuilla, una olla, un bol, una bandeja y papel de pergamino para hornear.
El primer paso consiste en descarboxilar el cannabis. Para ello debe precalentarse el horno a 220 °C. Mientras, se desmenuza la marihuana con el grinder para que quede suelta y pueda manejarse fácilmente, sin grandes trozos. Una vez desmenuzada, se esparce sobre el papel de pergamino, que se coloca en el horno. Es muy importante en este paso que la temperatura aplicada no supere los 250 °C. Se hornea el material unos 40 minutos para que se produzca la descarboxilación.
Tras ello, se calienta al baño María el aceite de coco y la lecitina de soja. Después de unos minutos se derriten y entremezclan. En ese momento hay que añadir el cannabis descarboxilatado para generar un líquido homogéneo. Tras ello, se vacía el agua de la olla y se añade la mezcla a esta, que se colocará en el horno a 220 °C durante al menos dos horas.
Tras ello, se saca la mezcla y se vierte en un bol. Hay que dejarla reposar, pues las cápsulas de gelatina suelen derretirse a temperaturas superiores a los 100 °C. Sin embargo, es importante también que se mantenga lo suficientemente alta para que la mezcla guarde su estado líquido.
Finalmente, se usará la jeringuilla para rellenar las cápsulas y la máquina para cerrarlas. Una vez se termine, estas pueden almacenarse en el frigorífico o cualquier otro lugar fresco y oscuro hasta que estemos listos para catar el resultado.
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