El cannabis, un gran aliado para aliviar las enfermedades cutáneas y musculares

En general, el consumo más habitual de cannabis se produce a través de su combustión, su vaporización y por la ingestión a través de distintos comestibles. Sin embargo, su uso tópico, cada vez más popular, encierra numerosas ventajas de las que pueden beneficiarse las personas con patologías que se manifiestan en la piel. Así, y en forma de aceite, ungüento o crema, la marihuana contribuye a reducir toda una amalgama de síntomas en pacientes con dolencias como la psoriasis, la urticaria idiopática crónica o la dermatitis atópica, entre otras. 

Frente a ellas, una de sus cualidades más destacadas es su poder antinflamatorio. Distintos estudios científicos señalan que tanto el THC como el CBD tienen propiedades muy beneficiosas para tratar la inflamación de las articulaciones asociada a la mayoría de estas patologías y que supone uno de los mayores problemas para los pacientes.

Además, distintos cannabinoides presentes en la planta -como el D9-THC, el CBD, el CBN, el CBC y el CBG- cuentan también con una importante capacidad antifúngica y antibiótica, clave para tratar las heridas y manchas cutáneas que aparecen como consecuencia de estas dolencias. 

Un remedio para cada enfermedad

Aunque los aceites y las cremas cannábicas son un buen tratamiento para una larga lista de enfermedades de la piel, los estudios, investigaciones y la experiencia de los pacientes que los han usado han dado con varias claves a la hora de abordar las distintas dolencias. 

Un estudio de 2007 realizado por la Universidad de Nottingham, en Reino Unido, demostró que los compuestos cannabinoides funcionan como inhibidores de la proliferación de queratinocitos, las células predominantes en la epidermis. Esto convierte al cannabis, y especialmente al aceite de CBD, en una terapia para la psoriasis, ya que esta patología se caracteriza por la hiperproliferación de dichas células. 

No es el único trabajo que llegó a esta conclusión sobre el CBD. Un estudio de 2011 y otro del 2013 confirmaron estos datos y concretaron que es la activación del receptor CB1 la que inhibe la inflamación y la proliferación de los queratinocitos. Estas mismas células están también implicadas en la aparición de determinados cánceres de piel.

Por todo esto, el uso tópico del aceite de CBD es especialmente recomendable, ya que no solo contribuirá a disminuir el picor de las placas generadas por la psoriasis, sino que también ayudará a disminuir su tamaño y el grado de inflamación. Algunos expertos recomiendan además el uso de cremas cannábicas entre cuyos ingredientes se incluyan agentes hidratantes como el aceite de coco o la manteca de karité, con el fin de dar a la piel una ayuda extra para regenerarse.

En el caso del acné, otro estudio, publicado en el año 2014 y elaborado por expertos de un conglomerado de centros entre los que se incluían la Universidad de Mánchester (Reino Unido) y la de Osaka (Japón), señaló que las propiedades lipostáticas, antiproliferadoras y antinflamatorias del CBD lo convertían en un agente terapéutico ideal para enfrentarse a esta enfermedad que afecta a las glándulas sebáceas. 

Respecto a otras patologías, un uso repetido y constante de cremas y aceites que ayuden al control de las erupciones cutáneas deberá combinarse con la vaporizacion de marihuana en aquellos casos en los que el dolor y la inflamación articular estén muy extendidos. 

Masajes para el dolor articular

Una de las características comunes que comparten muchas de las enfermedades cutáneas, como la psoriasis o la urticaria idiopática crónica, es el dolor producido por la inflamación de las articulaciones. En estos casos, y además de emplear los ungüentos y las cremas, los masajes corporales con productos tópicos cannábicos pueden ser de gran ayuda para mejorar la calidad de vida de los pacientes. 

De hecho, en España ya hay distintas clínicas de masajes y de fisioterapia que usan este tipo de productos debido a sus propiedades medicinales y al alivio que son capaces de producir. El doctor García de Palau, director médico de Kalapa Clinic (la primera clínica en España especializada en tratamientos con cannabis medicinal), explica que los productos tópicos cannábicos funcionan mejor para ciertas patologías que los tradicionales. Uno de los motivos, según este médico, es que los cannabinoides no son solubles en agua, pero sí en grasas y disolventes orgánicos. Por ello, cuando son aplicados se absorben mucho mejor que otras sustancias y pueden ser mucho más eficaces.

Cannabis en la dieta

Además de emplear productos tópicos con marihuana para hacerle frente a las enfermedades cutáneas, la introducción de preparados cannábicos puede ser también muy beneficiosa para los pacientes. El aceite de cáñamo, por ejemplo, contiene ácidos grasos esenciales omega-6 y omega-3, necesarios para la producción de células sanas y por lo tanto para una buena salud de la piel. 

En este sentido, un estudio finlandés publicado en 2005 comparó el aceite de semillas de cáñamo con el aceite de oliva y mostró que el producto cannábico era más eficaz contra el eccema. Esto se debe a que incluirlo en la dieta aumentaba los niveles endógenos de los dos ácidos grasos esenciales mencionados y de los ácidos grasos poliinsaturados. Asimismo, con su ingestión se reducía la pérdida de agua transepidérmica, los niveles de sequedad de la piel y la picazón, y mejoraba también la necesidad percibida de medicación entre los pacientes.

¿Cómo conseguir los productos?

Aunque conseguir cremas y productos cannábicos en la farmacia todavía no es una posibilidad en España, comprarlas por internet no será demasiado complicado. Marcas como My CBD, Dixie Elixirs, Apothecanna, Trompetol o Cannavitrol serán buenas opciones para hacerse con una crema o una loción. Pero si ningún producto termina de convencernos también podemos fabricar un remedio casero. 

En el caso de que nos animemos a hacer una crema de marihuana nosotros mismos, el proceso no es demasiado complicado. En primer lugar tendremos que preparar los ingredientes: unos diez gramos de cogollos de la marihuana elegida (Purple Orange CBD, Amnesia CBD o OG Kush CBD, por ejemplo), aceite de coco (una taza de café), 30 gramos de cera de abejas y un aceite esencial con propiedades aromáticas será todo lo necesario.

Hecho esto, comenzamos la preparación. En primer lugar, hay que descarboxilar la marihuana, colocando las flores de cannabis en el horno a 120 ºC durante unos veinte minutos. Mientras la hierba está el horno, podemos ir calentando el aceite de coco en un cazo, moviéndolo a fuego lento. Cuando las flores estén listas, las añadimos al cazo y tras mezclarlas con el aceite las cocinaremos durante 20 minutos, una vez más, a fuego lento. 

Cuando haya pasado ese tiempo retiraremos el cazo y colaremos la mezcla para evitar que queden restos leñosos. Llegarán entonces los pasos finales, que requerirán un poco de precisión con las medidas: una vez más en el cazo, habrá que mezclar una medida de cera de abeja por cada cinco de la mezcla de cannabis y aceite de coco. Es decir, si lo hacemos, por ejemplo, con cucharadas, mezclaremos cinco de la sustancia cannábica y una de la cera. Cuando esté bien mezclado, habrá llegado el momento de retirarlo del fuego y de añadirle el aceite esencial que hayamos elegido para darle un olor aún más especial. 

Siguiendo estos sencillos pasos, conseguiremos una crema de cannabis con la que tratar dolencias de la piel. Un producto natural que, sin embargo, marca una gran diferencia en la vida de muchos pacientes, que mejoran gracias al toque terapéutico de la marihuana en forma de remedios tópicos.