- Sativex es el nombre de un nuevo medicamento que ya está disponible en algunos países -como Canadá desde 2005-, y en avanzada fase de pruebas para otros -en total son ya en 22 países a lo largo de todo el mundo en los que está disponible para su venta o en fase de pruebas-, medicamento que contiene como sus principios activos THC (delta-9-Tetrahidrocannabidiol) y CBD (Cannabidiol) en una proporción de 1:1, dos de los cannabinoides o principios activos del Cannabis fundamentales para lograr sus efectos terapéuticos, y que son bien conocidos ya por los cultivadores, estudiosos y entusiastas en general de esta planta.
El Sativex se presenta en forma de spray para aplicación sublingual de fácil absorción por la mucosas bucales, conteniendo como principios activos medicamentosos THC y CBD además también de CBN (Cannabiniol) y hasta 400 principios activos más también procedentes de la planta de cannabis, cannabinoides o principios activos del cannabis, que provienen o se derivan directamente de material botánico de la planta de cannabis. El Sativex es anunciado por sus creadores de GWPharmaceuticals como un tratamiento específico contra la esclerosis múltiple una enfermedad neurodegenerativa del sistema nervioso central e incurable, así como para el alivio de los dolores neurológicos centrales y periféricos, espasmos, y en general, las molestias, dolores y efectos indeseables de otras enfermedades o tratamientos de las mismas (como pueden ser por ejemplo la anemia, el tratamiento paliativo de enfermos de cáncer, etc… )
El THC Y CBD, los principales cannabinoides contenidos en el Sativex, son como decíamos obtenidos o derivados naturalmente a partir de material botánico de Cannabis o Marihuana, que proviene concretamente de una de las mejores sino la mejor conocida colección de genéticas de cannabis del mundo, una colección de plantas criada y seleccionada durante años por los norteamericanos Robert Connell Clarke – que es un reconocido autor de libros de referencia de la cannabicultura mundial, como son Marihuana Botany o Hashisch, un estudioso que se ha dedicado durante años a viajar por todo el mundo aprendiendo sobre esta planta asombrosa y recopilando ejemplares de las mejores y más potentes genéticas que se encontraba en su camino-, personaje que junto a su compañero David Watson – otro gran cannabicultor norteamericano que según algunos fue conocido a finales de los 70 en Holanda como "Sam the skunkman", un personaje legendario y controvertido que aportó a la historia de la cannabicultura contemporánea alguna de las genéticas más conocidas que llegaron a lo que serían los primeros bancos comerciales de semillas holandeses, variedades hoy de renombre como Nortern Ligths y Skunk- que son los responsables de Hortapharm BV, la empresa con sede en Holanda creada para mantener su colección de impresionantes y psicoactivas genéticas de cannabis, empresa que aporta al proyecto del Sativex un material botánico diverso y con altas concentraciones de estos cannabinoides THC y CBD, tratándose por tanto de variedades de cannabis reconocidas por su alto poder psicoactivo y medicinal o terapéutico.
La historia del Sativex es el resultado de la combinación de la excelente colección botánica de marihuanas de Robert Connell Clarke y David Watson cuando se une a finales de los años 90 del siglo XX al trabajo e interés del Dr. Geoffrey Guy que había trabajado anteriormente en la investigación de medicamentos paliativos a partir de opiáceos antes de adentrarse con los cannabinoides , y que a partir de entonces, convencido de las potencialidades terapéuticas sin explotar de los cannabinoides, es quien funda en 1998 la empresa británica GWPharmaceuticals, habiendo invertido además ya unos 10 millones de libras en el proyecto para cuando en 1999 se les autoriza a iniciar en Gran Bretaña las pruebas clínicas con el Sativex. Para entonces ya están en marcha unas gigantescas instalaciones de más de 6 hectáreas en el sur de Inglaterra, instalaciones en las que se experimenta en invernaderos de alta tecnología con los materiales vegetales vivos de Cannabis necesarios para lograr extraer los cannabinoides presentes en el Sativex, provenientes como decíamos de la impresionante colección de Robert Connell Clarcke y David Watson, o lo que es lo mismo, Hortapharm BV.
Es interesante por tanto explicar mejor qué es realmente lo que implica el fenómeno del Sativex a nivel empresarial, para así poder entender la verdadera dimensión del fenómeno que estamos tratando. Estamos hablando de un producto medicinal que es fruto de una investigación de años en una gran empresa farmacéutica como GWPharmaceuticals – Creada en 1998 por el Dr. Geoffrey Guy para poner en marcha el proyecto de Sativex, empresa que hoy, sólo unos pocos años después de su creación, cotiza en la Bolsa de valores Londres desde 2001, siendo el líder mundial en la investigación y desarrollo de medicamentos basados en cannabinoides-, un medicamento que va a ser distribuido por buena parte del mundo a través de algunas de las más importantes empresas farmacéuticas globales. Por tanto hay que entender que el Sativex pretende ser un producto de farmacia estandarizado y comercializarle a nivel mundial, luego está claro que el Sativex aparece con la intención de pasar a formar parte del estándar medico para el tratamiento de determinadas enfermedades y dolencias, generando por tanto ingentes beneficios a sus creadores y distribuidores, y normalizando a nivel global el uso de cannabinoides de origen natural para el tratamiento de distintas enfermedades.
El nombre de la farmacéutica GWpharmaceuticals no es por tanto el único detrás de la compleja logística del lanzamiento de este medicamento, ya disponible por ejemplo en Canadá desde 2005 y que se encuentre en avanzada fase de pruebas en los EEUU, GB o España, donde la farmacéutica Almirall está pendiente de su registro definitivo como medicamento ante la agencia española de medicamentos que se espera para este año, vía aprobación del medicamento según la norma de la UE y mientras en Cataluña fue probado experimentalmente por hasta 600 personas en tratamientos diversos, y ahora es accesible para aquellos pacientes que tengan receta medica. En el Reino Unido, a pesar de que las primeras pruebas de la agencia británica del medicamento MHRA concluyeron que no tenía eficacia clínica suficientemente demostrada, un dictamen final del Panel de Expertos recomendó su aprobación por tratarse de un producto que resolvía una necesidad clínica que no estaba cubierta y recomendando nuevos ensayos que parecen ir acercando su aprobación como medicamento para la UE. Otras grandes empresas del sector farmacéutico mundial siguen este proceso, como son la alemana Bayern HealthCare filial del gigante alemán Bayern, que dispone de la distribución para el Reino Unido y Canadá, junto la japonesa Otsuka Pharmaceuticals, que ha adquirido los derechos para la distribución de Sativex en los EEUU, y la catalana Almirall – con los derechos para el resto de la UE- , unos nombres nos dan cuenta del volumen empresarial y humano de las voluntades que hay detrás de este proyecto.
La aparición del Sativex es por tanto un evidente ejemplo del recorrido general del mundo del cannabis desde el underground o extraoficialidad en la que durante años ha trabajado y se ha movido gente implicada en este proyecto, tanta gente que ha ido recopilando información y genéticas diversas desde la clandestinidad, hasta ir poco a poco conquistando una oficialidad hoy incipiente, oficialidad que se refleja en cosas como la irrupción mundial del Sativex. Es ese complejo recorrido de años de ilegalidad pero duro trabajo de investigación y resistencia el que con el Sativex se va convirtiendo ahora indiscutiblemente y de manera directa en parte del mainstream, de la corriente de la oficialidad y de los paradigmas reconocidos, y por tanto del reconocimiento generalizado de las cualidades medicinales y terapéuticas del cannabis.
Teniendo en cuenta todo esto, y si entendemos bien todo el complejo proceso empresarial y social que hay detrás del surgimiento del Sativex, la pregunta que inmediatamente nos surge es…¿qué pasa entonces con el mantenimiento de la prohibición para los particulares en cuanto al auto-cultivo del cannabis y su persecución? ¿ podremos entonces cultivar por nuestra cuenta algo que parece ser aceptado por el establishment medico-farmacéutico-gubernamental, y facilitar por tanto los principios de este medicamento natural tan valioso a nuestros amigos o parientes enfermos? ¿o simplemente podremos cultivar por puro interés lúdico o botánico, como hacían en la clandestinidad Robert Connell Clarke y David Watson durante años antes de lograr legalizar su impresionante colección de genéticas de cannabis? O, apuntando por tanto a la médula de todas esas cuestiones ¿como se puede sostener todo esto que vemos en la aparición del Sativex al mismo tiempo que la prohibición tal y como la hemos conocido en el S. XX se mantiene sin resquebrajarse ideológicamente ante la opinión pública?
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