- Las variedades de cannabis ricas en CBD pueden ayudar a tratar la adicción al tabaco gracias a sus efectos terapéuticos y ansiolíticos, si bien todavía se necesitan más estudios concluyentes sobre este aspecto.
- Por otra parte, vaporizar marihuana en vez de fumar tabaco o usar aceites ricos en CBD evitan los efectos perjudiciales de la combustión.
Este martes se celebra el Día Mundial sin Tabaco, una fecha en la que se recuerda la importancia que tiene dejar de fumar esta sustancia para tener una mejor salud. Las cifras en torno a ella son muy alarmantes: según un informe de 2014 de la Organización Mundial de la Salud (OMS), su humo contiene al menos 250 sustancias perjudiciales; de ellas, 69 provocan cáncer. No es la única enfermedad relacionada con esta práctica: a ella también se le asocian ataques al corazón, asma, infertilidad o impotencia.
La OMS asegura en otro estudio que el tabaquismo es la primera causa mundial de muerte prevenible. Por tanto, se puede hacer mucho para evitarla. Y qué mejor que servirse del cannabis para ello. Son varios los estudios que hablan de las propiedades terapéuticas de la planta o sus compuestos para tratar la adicción al tabaco. Entre ellos, destacan los que se centran en el CBD, uno de los cannabinoides de la planta y que se encuentra en gran cantidad, por ejemplo, en nuestras variedades ricas en cannabidiol.
Si bien todavía no está clara la acción completa del CBD sobre el sistema endocannabinoide, los estudios lo han resaltado como fármaco antiadictivo. Es decir, el CBD actúa sobre circuitos neuronales relacionados con el desarrollo de las adicciones, modulando comportamientos posteriores de búsqueda de drogas, por lo que es un candidato farmacológico interesante para el tratamiento de los trastornos por el uso de estas sustancias.
Un estudio clínico piloto comparó este cannabidiol con un placebo a la hora de tratar la adicción. Así, 24 consumidores de tabaco de más de 10 cigarrillos diarios recibieron un inhalador para usar cada vez que tuvieran ganas de fumar. 12 de los aparatos tenían CBD y los otros 12 un placebo. Una semana después, los fumadores que inhalaban CBD redujeron un 40 % sus cigarrillos, aunque volvieron a los mismos niveles en 21 días. Por ello, los propios investigadores advirtieron de que habría que realizar estudios más profundos. Sin embargo, se trata de un importante primer paso.
Por si esto fuera poco, siempre está la opción de cambiar el tabaco por la acción de vaporizar cannabis. Así se eliminarían los efectos vinculados a la combustión. Es más, hay muchos usuarios que dejan de fumar tanto tabaco como porros para pasarse solo a la vaporización una vez prueban esta.
De ahí que vaporizar cannabis rico en CBD sea de gran ayuda, porque incluso ayudaría a reducir la ansiedad derivada de desengancharse de una sustancia. Quizás el CBD, al funcionar como ansiolítico, pueda ser un tratamiento sustitutivo para ir dejando progresivamente el tabaco, debido a que la persona no se muestra tan ansiosa. Los aceites ricos en CBD también podrían ayudar. En cualquier caso, lo importante es saber que dejar de fumar es posible y que la marihuana puede ser un socio perfecto para ello.
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