El cáñamo, una industria que ha renacido en Eslovenia

Motivados por la desocupación del 13% de sus ciudadanos, las autoridades eslovenas decidieron incentivar la recuperación de la tradicional agricultura del cáñamo y generar en torno a ella toda una industria capaz de dar nuevos usos a este cultivo. De hecho, son muchos los que creen que el incremento de esta industria puede resultar clave para el país a la hora de salir del atolladero económico que atraveseron los países europeos en los últimos años.

Oficialmente, la industria del cáñamo lleva diez años operando en Eslovenia. Concretamente, cuando el país se unió a la Unión Europea en 2004 y adoptó sus leyes y normativas, incluidas las referentes a este cultivo. Desde entonces, las tradiciones ancestrales de cultivo han vuelto a la nación, que en muchos sentidos parece determinada a mantenerlo todo exactamente como era en el pasado, incluidos los rituales paganos y las ceremonias asociadas a la cosecha.

 

La recuperación de estas viejas costumbres rurales ha despertado no solo la pasión de los eslovenos, sino también su ingenio para llegar a ser una gran potencia en la producción de cáñamo. De hecho, han surgido nuevas compañías capaces de innovar con el uso del cáñamo y sacarle más partido a este cultivo del que le sacaron sus antepasados.

La 'startup' Konopko tiene el propósito de convertir el cáñamo en una alternativa real al plástico y otros materiales sintéticos. Sus promotoras apuestan decididamente por la producción de granulado de cáñamo, un material totalmente ecológico y biodegradabe fabricado a partir de fibras de cáñamo y PLA (poliácido láctico). Lo cierto es que las posibilidades de este cultivo son innumerables. Calculan que a partir de esta planta se pueden realizar más de 50.000 productos tanto para la construcción como para la industria textil, los cosméticos, el papel e incluso la industria automovilística, como sustituto de algunos combustibles fósiles.

Para seguir ahondado en la cuestión, este año se celebrará en Eslovenia la quinta edición del World Hemp Congress. Allí, personalidades de todo el mundo volverán a abordar el desarrollo de este cultivo y tratar de descubrir nuevos usos que otorgar a esta planta. Sin ir más lejos, en la edición de 2015 trataron cómo el cáñamo podría incorporarse a la industria alimentaria y mostrarle a los cocineros del mundo las posibilidades que existen.