Canadá avanza hacia la legalización del cannabis para uso recreativo en 2017

La ministra de Salud de Canadá, Jane Philpott, ha informado de que su país estaba trabajando para poder legalizar el consumo de marihuana recreativa durante 2017. Philpott lo hacía durante una Asamblea General de la ONU que tuvo lugar en Nueva York esta semana y donde se debatieron temas referentes a los problemas que causan las drogas a nivel internacional.

No es la primera vez que Canadá muestra en público estas intenciones, pues la legalización era una de las promesas que el ahora primer ministro Justin Trudeau hizo a los votantes durante la campaña electoral. Si bien es una declaración de intenciones que ha mantenido a lo largo de sus primeros meses en el poder, hasta ahora los tiempos en que iba a desarrollarse la medida permanecían imprecisos.

Tras dar la noticia, Philpott aclaró que los detalles estaban todavía en desarrollo, pero aseguró que con ella se mantendría la marihuana completamente fuera del alcance de los menores de edad. También indicó que se tomarían las medidas oportunas para evitar que organizaciones criminales se lucraran gracias a la venta de la hierba.

Con una mayoría liberal en la Cámara de los Comunes, la nueva legislación tiene muchas posibilidades de ser aprobada. Trudeau, cuyo gobierno mantiene unos índices de popularidad extremadamente altos, ha sido vinculado con asuntos referidos a la regulación de la marihuana desde la época en que se encontraba en la oposición parlamentaria. Fue entonces cuando admitió haber consumido ocasionalmente cannabis, una declaración que el Partido Conservador intentó usar en su contra pero que obtuvo nulos resultados.

La legalización de la marihuana no es percibida por la población canadiense como un problema, al menos en términos generales. Una encuesta realizada por Nanos Research mostraba cómo el 68% de los ciudadanos consultados apoyaban su despenalización. Aunque todavía queda trabajo por hacer y negociaciones pendientes entre el Gobierno nacional y las provincias para llegar a acuerdos sobre regulación, impuestos y distribución, el panorama abierto con Trudeau se presenta esperanzador para la despenalización del consumo recreativo durante el próximo año.

De llegar a aplicarse, la regulación podría proporcionar a las arcas del Estado grandes beneficios económicos. Un estudio realizado por uno de los bancos del país estima unos ingresos de alrededor de 10.000 millones de dólares canadienses anuales, casi 7.000 millones de euros.

Bill Blair, ex jefe de Policía de Toronto y miembro del Parlamento, es para Trudeau una figura clave con el fin de gestionar la medida. Blair anunciaba que la marihuana debería empezar a ser tratada en Canadá como el alcohol u otras sustancias. "Controlaremos a quién se vende, cuándo y cómo. Así el crimen organizado no tendrá la oportunidad de lucrarse con ello".