¿Un cambio para la marihuana de Albania? De estar perseguida a venderse en EE.UU.

En febrero de este año, el diputado del Partido Socialista de Albania Koço Kokedhima aseguró que los albaneses podrían ganar miles de millones si los agricultores pudieran vender su “marihuana de alta calidad”. Lo hacía para iniciar una campaña con la que pedir el cultivo legal de la planta en el país.

Albania es considerado un importante proveedor de cannabis para Europa Occidental y, a pesar de ello, la policía autóctona llevó a cabo, durante el año pasado, decenas de redadas para destruir plantaciones y arrestar a numerosos cultivadores.

Lo que ocurre es que el país cuenta con severas leyes contra la posesión y distribución de drogas, que han llevado incluso a que, en algunos casos, los fumadores hayan sido encarcelados con penas de hasta cinco años después de haber sido descubiertos con unos pocos gramos de hierba en los bolsillos. Una situación que también obliga a los agricultores a trabajar desde zonas remotas donde el control gubernamental es débil.

A pesar de las restricciones, Albania mantiene un acuerdo con Estados Unidos para la exportación de productos del cannabis desde 2013. Cary Lee Peterson, del Congressional Committee on Eurasian Affairs, ha explicado que, aunque la asociación lleva dos años en movimiento, no ha sido hasta este año cuando se ha empezado a trabajar seriamente.

Además, explica que la cooperación entre el Gobierno albanés y Estados Unidos puede suponer un cambio de las reglas del juego al permitir que se erradique el tráfico ilícito de drogas en Albania. Esta puede ser una buena oportunidad para que los agricultores albaneses comiencen a vender sus cosechas a los estadounidenses en vez de hacerlo a “traficantes de drogas que han provocado grandes riesgos al pueblo albanés durante décadas”, explica un agricultor local.

Esta puede ser la mejor ocasión de sacar provecho a su excelente producto, y hacerlo de forma legal y no discretamente (y con miedo) como se ha estado haciendo hasta el momento.