- La Bubba Kush es una de las variedades con más demanda en el mercado actual del cannabis.
- Y su hermana autofloreciente va camino de compartir ese éxito, de la misma forma que comparten un nombre que se esconde en una sucesión de curiosas circunstancias y casualidades: las ganas de emprender de varios jóvenes estadounidenses de la década de los 90, la motivación de los productores de nuevas cepas de cannabis que surgieron en aquella época y, en muchos casos, su falta de conocimiento.
- Algunos apenas sabían el nombre de lo que fumaban o cultivaban, aunque tenían entre sus manos plantas destinadas a perdurar.
La Bubba Kush es una de las variedades más populares en EE.UU., una de las Kush más emblemáticas y probablemente una de las mejores Índicas del mundo. En Dinafem la hemos desarrollado a partir de nuestro clon de élite Pre '98 para ofrecer una planta fuerte, de pequeña estatura, fácil de cultivar, de floración corta y con una producción de cogollos voluminosos y muy compactos recubiertos de resina.
Este mismo clon posteriormente también lo hemos cruzado con una White Widow Autofloreciente, para obtener un híbrido auto de gran calidad que hará las delicias de los amantes de las variedades Indica, sin duda una de nuestras genéticas más logradas en la división de automáticas. En este video puedes comprobar las características de nuestra Bubba Kush Autofloreciente:
Pero ¿cuáles son los orígenes de estas variedades? ¿De dónde viene lo de Bubba? Y ¿qué es eso de Pre '98? Para contestar a estas preguntas debemos viajar hasta Florida allá por principios de los 90; o quizás deberíamos trasladarnos todavía más lejos en el tiempo y el espacio, a esos cultivos intergeneracionales que surgieron hace muchos años en las montañas del Hindu Kush.
Porque lo primero que pensamos cuando escuchamos hablar de la Bubba Kush es que posiblemente tenga su origen más remoto en una cepa Kush, que debe su nombre a la cordillera del Hindu Kush, 500 kilómetros de imponentes montañas que se extienden desde Afganistán hasta el norte de Pakistán. Uno podría pensar que la historia de la Bubba comienza con la introducción de estas variedades índicas en Estados Unidos en los 70, sin embargo, según el breeder que proclama su autoría, al principio no tenían ni idea de lo que estaban plantando. Según afirma en una entrevista a High Times, él y sus colegas comenzaron plantando una marihuana de la que desconocían nombre o genética; y a la que llamaron arbitrariamente... Kush.
Para entender su verdadero origen, hay que situarse en los Estados Unidos de la década de 1990, un momento en el que muchos productores de cannabis en lugares como Florida y Colorado comenzaron a evolucionar la industria de la marihuana. Cultivadores que buscaban grandes ejemplares en sus cosechas, que querían cosas nuevas, que manejaban variedades de marihuana sin tener ni idea del nombre de lo que manipulaban y que apenas habían experimentado o trabajado con la genética del cannabis. Muchos de ellos eran jóvenes universitarios motivados por encontrar nuevas experiencias cannábicas y movidos simplemente por la intuición.
El linaje de la Bubba Kush empieza en esos tempranos 90´s a las afueras de Denver, donde trabajaba un cultivador conocido como Bubba. Le llamaban Bubba porque él llamaba así a sus amigos (también "bubbis" y derivados) desde hace mucho tiempo.
Es un hombre que se enorgullece de haber sido uno de los padres de la Bubba Kush, y aunque reconoce que algunos de sus recuerdos se pierden ya por el paso de los años, explica que fue allá por 1990, concretamente en Gainesville, en la Universidad de Florida donde estudiaba, cuando comenzó una historia de casualidades que darían lugar a la Bubba Kush.
Por aquellos días vivía con un compañero de piso, que le enseñaba a cultivar y a cruzar cepas de marihuana, especialmente Skunk # 1. Su compañero, además, le había presentado a un tipo llamado Learch que se convirtió en el mejor amigo de Bubba en poco tiempo.
Learch, a su vez, era amigo de Arnold, un joven de Orlando que viajaba en numerosas ocasiones a Gainesville (donde vivían Bubba y Learch), y que en uno de sus trayectos llevó consigo una bolsa de hierba que contenía un par de semillas de marihuana cuyo nombre desconocían, pero que empezaron a cultivar, a fumar y a llamar 'Kush', nombre que habían decidido después de que otro amigo dijera que esa marihuana se parecía a unas bayas Kush, aunque el cultivador no tenía ni idea de a qué se refería y reconoce que rara vez sabían lo que se estaban llevando a la boca.
Así que le pusieron ese nombre sin saber que había una variedad llamada Kush que ya existía. De haberlo sabido nunca lo hubieran hecho. Bubba reconoce que hasta hace pocos años después no supo de la existencia de la Hindu Kush. "Rara vez sabíamos qué cepa estábamos fumando. Si tuviéramos toda la información que se encuentra accesible hoy en día, la habríamos llamado definitivamente de forma diferente", afirma.
Poco después, estos compañeros de piso empezaron a cruzar variedades de Skunk con la nueva Kush, creando algunas cepas que llamaron KX, KY y KZ. Fueron las KY las que mejor prosperaron. De esa producción, Bubba empezó a seleccionar las mejores semillas que habían obtenido durante algún tiempo. Algunas habían dado un fruto hermoso, una planta que había crecido robusta, con cogollos que eran tan gordos que se tapaban los unos a los otros e impedían que la luz llegara hasta la parte inferior de la planta. El resultado le había emocionado tanto que decidió guardar la cepa y bautizarla con su nombre, como 'la Bubba'.
Después de un tiempo, allá por 1996, Bubba se mudó a Los Ángeles con un amigo de la universidad; concretamente a Silver Lake, a una casa ideal para cuidar de una plantación de forma discreta. Allí decidieron dejar a un lado la KY para concentrarse únicamente en la Kush y la Bubba. La Kush era muy resistente y fibrosa, aunque era difícil de cultivar. Sin embargo, incluso una mala cosecha de Kush era mejor que cualquier otra cosa que se pudiera encontrar en L.A. por aquel entonces.
Llegados a este punto empezaron a tener problemas de cultivo, ya que el piso en el que vivían era demasiado pequeño y no se ajustaba a la altura que podían alcanzar las plantas. La Kush era muy alta, mientras que la Bubba era achaparrada y fornida. No había sitio para que crecieran juntas, por lo que decidieron volcar su trabajo en la Bubba. Sin embargo, sin que se percataran, durante el tiempo en que ambas variedades habían estado juntas, una Kush hermafrodita había polinizado a la Bubba. La Bubba Kush había nacido por accidente, "de penalti". Sin embargo, siguió manteniéndose en un segundo (pero también exitoso) plano frente a la verdadera estrella del momento, su hermana la Kush original.
En menos de seis meses, esta nueva cepa se hizo famosa en todo el estado de California gracias a otra paradoja del destino. En esos días en Silver Lake, Bubba tuvo como compañero de piso a otro colega que se llamaba Josh D., que era amigo del grupo musical Cypress Hill. Un día el cantante B-Real y sus guardaespaldas fueron a comprarle su bolsita (o mejor dicho, bolsón) de Kush habitual y se dieron cuenta de que contenía semillas. La Kush había roto el cerco del entorno de Bubba. Esto fue en el 98 más o menos. B-Real supo ver el potencial de esta nueva hierba, la lanzó al estrellato y junto con la Cypress Hill Crew provocaron una verdadera "fiebre Kush", que contagió a raperos, estrellas del rock y hasta actores de Hollywood, llegando a recibir hasta 7.000 euros por cada medio kilo de producto.
"La gente me pagaba con meses de antelación para asegurarse de no perder su turno en el cultivo", asegura Bubba. Poco a poco el breeder fue regalando esquejes y muy pronto todo el mundo comenzó también a cultivarla. "Algunas personas que recibieron estos esquejes les crecieron como el culo, carente de nuestra calidad original, sabor, olor y apariencia", afirma. "Además, algunas cepas pseudo-Kush inferiores comenzaron a aparecer en el mercado. Luego otras Kush canadienses también llegaron en camión a Los Ángeles, entre zanahorias. Los precios comenzaron a bajar a 6.500 dólares la libra. Así que la gente comenzó a hacer una distinción, en referencia a mi Kush, con la "OG" para aclarar que esa era la verdadera cepa de calidad" ("OG" es una abreviatura de "original ").
En Dinafem, también hemos cruzado la OG Kush y una Haze 2.0 Autofloreciente para ir más allá y hemos obtenido un híbrido auto de gran calidad con el que se obtienen cosechas rápidas y llenas de exotismo, con excelentes cualidades. Sin duda, la OG Kush Autofloreciente es un forma de rendir homenaje a esta antigua y hermosa variedad de marihuana californiana.
VIDEO
Desde su nacimiento, las preciadas OG Kush y Bubba Kush del breeder Bubba han causado grandes sentimientos de deseo. Sus virtudes han sido ensalzadas en las canciones de rap, haciendo de estas cepas las predilectas de la escena hip-hop. Gracias a este trabajo y a ese cúmulo de casualidades, hoy tenemos una planta con un sabor que recuerda a una mezcla de tierra, cítricos, café y especias, con efectos sedantes que ayudan a dormir y que la hacen muy recomendable para uso terapéutico. Y que sigue enamorando a los consumidores como el primer día.
Sin embargo, el propio Bubba todavía se lamenta por la pérdida desgarradora de la tercera de sus cepas en discordia, su pequeña conocida simplemente como "Bubba" en aquel año de 1998 cuando ocurrió todo. Como un padre que clama por su hija desaparecida, concluye: "He oído rumores de que todavía crece en algún lugar en el norte de California. Espero que sea verdad y que algún día podamos volver a reunirnos".
-------------------------
Comentarios de nuestros lectores
Aún no hay comentarios. ¿Quieres ser el primero?
¡Deja un comentario!¿Te ha gustado este post?
Tu experiencia con nuestras semillas es muy importante para nosotros y puede ayudar a otros usuarios (tu dirección de correo electrónico no se publicará).