Tipos de bombillas para el cultivo interior de marihuana

Factores a tener en cuenta para elegir el tipo de bombilla

• Potencia: Para sacar un óptimo rendimiento a tu cultivo de interior, tienes que tener en cuenta qué potencia lumínica vas a necesitar. La decisión se basa, básicamente, en encontrar el punto de equilibrio entre nivel de producción y el gasto energético, con el coste económico que ello supone. A más potencia, más producción, sí, pero también mayores facturas de luz. La potencia más utilizada son las bombillas de 400 y 600 vatios con sus correspondientes balastros.

• Calor: A más cantidad de vatios, más producción, pero también más calor. Esto puede ser un problema si tu espacio de cultivo no es muy espacioso o si vives en una zona cálida. Por supuesto, existen tipos de iluminación que desprenden mucho menos calor pero tienen el inconveniente de ser más caros y de generar menos producción.

• Espacio: El tamaño del espacio también es un factor a tener en cuenta. Si este es reducido tendrás que plantearte que se calentará más fácilmente con lo que no será conveniente que optes por luminarias que emitan demasiado calor. Por otra parte, en un espacio pequeño te bastará con luces de menor potencia para cubrir sus necesidades.

• Espectro lumínico: Dependiendo de la etapa en la que se encuentre la planta de marihuana, necesitará un tipo de espectro lumínico u otro. Por ejemplo, durante la etapa de crecimiento las plantas de cannabis necesitan luz azul mientras que para la época de floración deberás optar por la roja. Esto es así porque los tonos rojos imitan mejor al tipo de luz solar que se da en los meses de otoño, que es cuando el cannabis florece de manera natural en exterior.

Tipos de bombilla para el cultivo interior de marihuana

Bombillas HID: equipos de sodio (HPS) y halogenuros metálicos (HM)

Las bombillas HID (High Intensity Discharge) son la opción lumínica más demandada para los cultivos de cannabis en interior. Las hay de dos tipos, halogenuros metálicos (MH) y equipos de sodio (HPS). La principal diferencia entre ambas es que las primeras proporcionan una luz más azulada, adecuada para la etapa de crecimiento, mientras que las HPS tienen un espectro lumínico rojo, el ideal para la floración.

Bombillas HPS

Si bien las bombillas HPS son especialmente adecuadas para la fase de floración, también puedes encontrar bombillas HPS mixtas (dual spectrum), que sirven tanto para la etapa de crecimiento como para la de floración.

• Ventajas: Tradicionalmente se considera que las bombillas HPS son las que mejor rendimiento global ofrecen. Las bombillas HPS de 600w son las más populares, porque ofrecen un buen equilibrio entre la cantidad de luz que producen y la electricidad que gastan. En general, este tipo de iluminación es más económica que otras opciones, es sencilla de instalar y de manejar y tiene buen rendimiento.
• Inconvenientes: La iluminación HPS tiene dos problemas: por una parte, produce mucho calor y, por otra, su espectro lumínico no es del todo adecuado para un correcto crecimiento. Además, las bombillas de más de 600W son muy caloríficas, con lo que requieren un buen sistema de ventilación en el cuarto de cultivo. Por otra parte, se degradan con el tiempo por lo que hay que reemplazarlas periódicamente. Para que te hagas una idea, su tiempo de vida medio ronda el año, si bien este puede aumentar ligeramente dependiendo del uso que les des. Por otra parte, este tipo de bombillas no se acoplan a las tomas de luz estándar, con lo que necesitan una cubierta especial y un balastro, lo que hace que consuman mucho, con el consiguiente aumento de la factura de la luz.

Lámparas de halogenuros metálicos o HM

Las lámparas HM son la versión moderna de las lámparas de alta presión de mercurio. Gracias a los componentes mecánicos que contienen consiguen aumentar de forma importante el rendimiento de la lámpara y tienen un espectro más compensado. Este tipo de bombillas necesitan de un balastro para encenderse, que suele ser compatibles tanto con bombillas HM como con las de sodio de alta presión o HPS. Si vamos a usar el mismo balastro para crecimiento y floración, debemos tener en cuenta los vatios, pues deberemos usar, por ejemplo, bombillas y balastros de 600w, o de 400w, etc. Lo más común es encontrarlas de 250, 400 y 600w.

• Ventajas: El espectro lumínico de las HM, muy rico en azul, es estupendo para la etapa de crecimiento de las plantas de marihuana. Estas bombillas ofrecen excelentes resultados también durante la fase de pre-floración (primeras 2-3 semanas de floración).
• Inconvenientes: En general, los HM se degradan mucho más rápidamente que las HPS, por lo que hay que cambiarlas mucho más a menudo, máximo tres cultivos.

Bombillas fluorescentes y CFL

Los tubos fluorescentes o las bombillas de bajo consumo CFL (Compact fluorescent light) son el tipo de iluminación ideal para las primeras etapas de la planta de marihuana, ya que en estas épocas necesita menos potencia lumínica. Para la época de floración hay CFL blancas cálidas, que producen luz más rojiza. En lo que respecta a su forma, son muy sencillas de utilizar. Por una parte, los tubos fluorescentes vienen en formato bombilla, con el típico casquillo para portalámparas. Las CFL, por su parte, disponen de balastro incorporado, de modo que sólo hay que enroscarlas al reflector y conectar. Normalmente, los fluorescentes oscilan entre 18 y 55W por tubo, mientras que las CFL suelen encontrarse en 100, 125, 200 y 250w.

• Ventajas: Las luces fluorescentes y CFL son las que producen el mejor espectro azul para la fase vegetativa. Además, al ser de bajo consumo, te ayudan a reducir el gasto en la factura mensual de electricidad. Gracias a su disponibilidad y bajo costo, este tipo de iluminación es ideal para cultivadores novatos.
• Inconvenientes: El problema de este tipo de iluminación es que, debido a su baja potencia, se necesita gran cantidad de bombillas para iluminar correctamente el cultivo. Además, es necesario habilitar un sistema para acercarlos o alejarlos de las plantas de marihuana con el objetivo de asegurar una intensidad adecuada para las diferentes etapas del cultivo de interior, con lo que aumenta el espacio necesario para un montaje correcto.

Bombillas LED

Este tipo de bombillas, cuyo acrónimo remite a las siglas en inglés Lighting Emitting Diode, cada día ganan nuevos adeptos entre los cultivadores de marihuana. En el mercado puedes encontrar paneles de distinta potencia, desde 90 hasta 280W, incluso superiores.

• Ventajas: Las bombillas LED tienen un inmejorable ratio coste-beneficio: sus resultados productivos son muy similares a los de las bombillas HPS pero con la ventaja de que consumen mucho menos y producen poco calor. Esto no sólo se traduce en un importante alivio en la factura mensual de la luz, sino que, al generar muy poco calor, con las luces LED también puedes ahorrarte dinero en materia de extractores.
• Inconvenientes: Su alto precio. Sí, la alta inversión inicial se ve compensada enseguida por un considerable descenso en la factura mensual de la luz. Sin embargo, su precio medio es tan alto en comparación con otros sistemas, que hay cultivadores que no pueden permitírselo. La escasa generación de calor también puede ser un inconveniente y en los meses más fríos del año puede ser que necesites compensarla usando mantas térmicas para aportar algo de temperatura extra al cuarto de cultivo. Además, hay una variedad de LEDs muy amplia en el mercado con resultados muy dispares.