Los enormes beneficios para la salud de comer (o beber) cannabis crudo

Cada vez son más los investigadores que desde diversas áreas del conocimiento se sienten atraídos por las propiedades de la marihuana. Ahora, desde el campo de la nutrición se señala que la planta, con sus alrededor de 400 compuestos químicos diferentes, es una buena fuente de nutrientes a incorporar a nuestra dieta.

La marihuana es una planta que contiene concentraciones extremadamente altas de ácidos cannabinoides. Los más conocidos y estudiados son el THCA y el CBDA que, pasando por el proceso de descarboxilación, se convierten en los populares químicos THC y CBD, responsables de los efectos psicoactivos de la planta.

Ambos reportan numerosos beneficios tanto a quienes lo consumen con fines medicinales como a aquellos otros que lo hacen de forma lúdica. Sin embargo, nuestro organismo tiene sus limitaciones y solo puede manejar pequeñas cantidades de los ácidos que contienen.

Frente a ello, comer o beber cannabis crudo posibilita que nuestro cuerpo pueda procesar cantidades mucho más grandes de THCA y de CBDA sin el menor problema. Una vez ingeridos, a través del metabolismo, los convertimos en los nutrientes que necesitamos.

Consumir estos ácidos cannabinoides es importante porque ayuda a nuestras células a comunicarse entre ellas a través del sistema endocannabinoide. Por tanto, cuanto más podamos consumir, más fácil será prevenir enfermedades crónicas que se fundamentan en deficiencias endocannabinoides, como las migrañas, el glaucoma o la fibromialgia, entre otras.

Por si nos supiera a poco, las altas dosis de CBDA y THCA presentes en el cannabis crudo también pueden ser mucho más efectivas que sus correspondientes activos cuando se trata de explotar sus propiedades antiinflamatorias, antidiabéticas o anti-isquémicas.

Y finalmente, otro elemento presente en el cannabis crudo que también aporta beneficios a nuestra dieta son los terpenos. Estos aceites esenciales son conocidos por ser los encargados de dotar a la planta de su sabor y aroma. Sumados a los cannabinoides, las propiedades nutritivas aumentan exponencialmente. Entre los más comunes: el linalool, antiinflamatorio, analgésico y anticonvulsivo; el pineno, neuroprotector o el limoneno, que previene problemas gastrointestinales, estimula el metabolismo y rebaja el colesterol.

Para poder disfrutar de estas cualidades nutritivas tenemos a nuestra disposición distintos métodos de consumo, aunque el más común es a través de zumos de marihuana cruda. Además, podemos añadir a la receta algunos otros ingredientes que complazcan a nuestro paladar y nos permitan disfrutar de una refrescante y sabrosa bebida con alto contenido nutritivo.