El Ayuntamiento de Barcelona presenta un nuevo plan para la regulación de los clubes cannábicos

El nuevo plan de regulación de los clubes de cannabis elaborado por el Ayuntamiento de Barcelona prevé rebajar la distancia mínima entre clubes de los 150 metros estipulados con anterioridad a 100, lo que evitará que muchas de las asociaciones y clubes de la ciudad condal se vean obligados a echar el cierre de sus locales. Estos 100 metros no solo serán aplicables a la distancia mínima entre clubes, sino que también se limitará la distancia entre estos y escuelas o CAS (Centros de Atención y Seguimiento de drogodependencia). En cuanto a núcleos antiguos como Ciutat Vella o Gràcia, la distancia mínima se mantendrá en 150 metros, debido a la mayor densidad de la zona.

La normativa planteada por el exalcalde Xavier Trias situaba la distancia mínima en 150 metros en todos los casos. De haberse aplicado esta redacción inicial de la regulación, un total de 133 locales se habrían visto obligados a cesar su actividad. Si bien no se ha precisado el número exacto de cierres que se producirán tras la aplicación de la nueva ordenanza, sí se ha indicado que serán muchos menos.

Entre otros requisitos se incluye que los clubes no tengan más de 200 metros cuadrados de superficie y que cuenten con acceso independiente desde la vía pública, por lo que obligatoriamente se situarán en las plantas bajas de los edificios. Los locales deberán tener también una chimenea y una doble puerta o vestíbulo de separación.

Estas medidas no solo afectarán a los clubes nuevos, sino también a los que ya operan, que deberán adaptarse en un plazo de 18 meses.

La Comisión de Ecología, Urbanismo y Movilidad de Barcelona ha sido la encargada de elaborar la normativa y de abordar el Plan Especial de ordenación de asociaciones y clubes cannábicos. En ella han trabajado de manera conjunta el área de Ecología, Urbanismo y Movilidad, el Comisionado de Salud y la Agencia de Salud Pública de Barcelona (ASPB).

Además, desde el Ayuntamiento se ha indicado que la intención del plan es “compatibilizar el derecho de asociación de los consumidores de cannabis con el ejercicio de otros derechos fundamentales como son la protección de la salud, convivencia y el disfrute de un medio ambiente adecuado”.

Aunque se ha prorrogado hasta el 12 de junio la suspensión de otorgamiento de licencias para asociaciones cannábicas vigente desde el año pasado, esta es sin duda una buena noticia. Se deja entrever que la administración entiende la realidad del movimiento asociativo en torno a la marihuana y que la regulación es, por tanto, necesaria.