Buena, bonita y barata: el precio de la marihuana en EE.UU. ha descendido gracias a la legalización

Estados Unidos entró en 2014 en un proceso de regulación de la marihuana que ha recorrido en estos dos años Colorado, Oregón, Alaska y el Distrito de Columbia. Las ventajas de la despenalización son diversas, y un estudio realizado por BDS Analytics ha añadido a ellas el descenso del precio del cannabis.

Se trata, simplemente, de la aplicación de la ley de la oferta y la demanda. La aparición de un mercado legal en el que competir ha hecho que los dispensarios ofrezcan sus productos a precios más bajos, en contra de lo que se auguraba el año pasado.

Aunque también es cierto que la legalización conllevó una subida de precios, esta se produjo justo después de que se adoptaran estas normas. Fue probablemente causada por el ambiente de incertidumbre que inundó la industria cannábica y a sus participantes. Pero cuando los empresarios comprendieron que, si los mantenían altos, las personas seguirían adquiriendo la marihuana de manera ilegal, comenzaron a configurar el mercado competitivo en torno a la industria y permitieron que descendieran.

No es esta la primera vez que Estados Unidos asiste a una bajada de precios tras una legalización. Sucedía lo mismo años atrás con el precio del alcohol, cuya prohibición triplicaba su valor.

Sumado a la legalización, también se ha señalado la disponibilidad como factor en el abaratamiento. Por un lado, estados como Massachusetts siguen manteniendo un precio alto porque las restricciones aún vigentes sobre la marihuana medicinal limitan el cupo disponible. Por otro, los que como Colorado han avanzado en la legalización pudieron comprobar cómo en la pasada celebración del 4/20 el precio de cannabis alcanzó de media 5,77 dólares por gramo.

El estudio también señala que, en contra de lo que defienden los detractores de la legalización, el consumo entre menores no ha aumentado, sino todo lo contrario. La aplicación de las medidas preventivas oportunas ha permitido que se pueda seguir avanzando en despenalización al mismo tiempo que el consumo entre menores desciende.

Otros factores han intervenido también en este descenso de precios. Entre ellos, el impacto de las nuevas tecnologías, que abarata los costes de producción; la sofisticación constante del negocio, o los debates internacionales sobre la legalización de la marihuana.

Por tanto, la regulación del cannabis es una buena noticia, también en términos económicos. Si ya se ha vivido un frenético ambiente de cambio y adaptación, se espera que en un futuro la legalización siga dando alegrías tanto a empresarios como a consumidores.