La arquitectura del cáñamo puede salvar el planeta

Nuestras casas del futuro van a ser más ecológicas gracias a nuestra planta verde favorita. El cáñamo, o para ser más precisos, el 'hempcrete', puede convertirse dentro de unos años en el material de construcción que revolucione la arquitectura.

El 'hempcrete' es el resultado de una mezcla especial de cáñamo, cal y agua. Una vez que el carbonato de calcio se calienta a 900 grados centígrados, se obtiene óxido de calcio o cal viva, que tiene como resultado el necesario polvo de cal. Mezclándolo con agua y cáñamo se logra hidróxido de calcio, que dará lugar a este material una vez que el agua se evapore.

Este proceso de producción del 'hempcrete' deja una huella de carbono negativa. Una ventaja a la que hay que sumar que se trata de un material ignífugo, transpirable y flexible. Por todo ello, el cáñamo podría convertirse en el elemento ecológico perfecto para nuestro hogar.

Empresas estadounidenses como Hemp Technologies ya difunden sus bondades y han organizado incluso seminarios sobre la aplicación industrial del cáñamo. Sin embargo, estas compañías se encuentran con un importante freno legal. 

Pese a que varios estados de Estados Unidos ya han regulado la marihuana recreativa, en el país está prohibida la producción comercial de cáñamo, lo que les obliga a importarlo. Mientras, en Francia, Reino Unido o Alemania ya cuentan con centenares de viviendas construidas con este material respetuoso con el medio ambiente.

Aunque por el momento no es un sustituto directo del hormigón, el 'hempcrete' es un buen aislante del que podrían aprovecharse los hogares cercanos a las carreteras, gracias a su capacidad de insonorización.

Así que el cannabis no solo sirve para combatir enfermedades o para que pasemos un buen rato mientras lo fumamos: también puede utilizarse para que habitemos en hogares más seguros y sostenibles. Solo hace falta que empresas y gobiernos ayuden a conseguir ese propósito.