Argentina legaliza la marihuana medicinal dejando de lado el autocultivo

Todo indicaba que la legalización de la marihuana medicinal podía ser una realidad en Argentina y así ha ocurrido. El pasado 30 de marzo, el Senado argentino, con el total de los 58 votos de los legisladores a favor, dio el visto bueno al proyecto de ley por el que se permite el consumo del aceite de cannabis y otros derivados de la marihuana con fines terapéuticos. Ya en noviembre el Congreso lo había aprobado, pero faltaba su paso por el Senado para transformarse definitivamente en ley, como ha ocurrido ahora.

La nueva normativa creará un programa de investigación sobre la marihuana medicinal dependiente del Ministerio de Salud argentino, que garantizará el libre acceso de los productos cannábicos a los pacientes previamente inscritos con ciertas patologías, como epilepsia refractaria, dolores crónicos y fibromialgias. De este modo, el control del cultivo y la distribución queda en manos y bajo el control exclusivo del Estado, lo cual significa que la nueva ley no permitirá el autocultivo. Este seguirá siendo ilegal, castigado con una pena de prisión de hasta 15 años cuando se destinen a fines comerciales y hasta dos años si las autoridades consideran que el cultivo es para uso personal. 

A pesar de ello, los miles de enfermos que llevan años luchando para que el cannabis medicinal sea legal en Argentina lo ven como un victoria en la que hay que seguir trabajando para obtener el triunfo final para el autocultivo. "En la historia, las cosas importantes siempre han llegado gracias a pequeños pasos", declaró recientemente Valeria Salech, presidenta de la asociación Mamá Cultiva en Argentina, que reúne a padres y madres de niños enfermos que están a favor del uso de marihuana medicinal para aliviar los problemas de salud de sus hijos. "El cannabis puede cambiar radicalmente la calidad de vida de los niños que sufren de todo, desde el virus de inmunodeficiencia humana hasta epilepsia", aseguraba Salech.

La Ley de Cannabis Medicinal Argentina, ya tiene número: 27.350
GRACIAS A TOD@S!! Vamos por más!

- MamacultivaArg (@MamaCultivaArg) 7 de abril de 2017

También Yamila Casagrande, madre de Bruno, de casi tres años y con síndrome de West con epilepsia refractaria (también conocido como síndrome de espasmos infantiles), se mostraba contenta con la nueva normativa; sin embargo, reclamaba más. "Estamos felices, pero tenemos en claro que está superincompleta y hay muchos huecos, porque nosotras desde el día uno peleamos por el autocultivo. Pero esta es una puerta que abrimos y es muy positivo haber modificado en algo esa ley nefasta que teníamos", aseguraba Casagrande.

El objetivo principal de los enfermos y sus familias es la liberalización del cultivo para que cada paciente (o sus familiares) sea el encargado de administrarse según le convenga. Incluso se han advertido casos en los que el aceite de cannabis estandarizado no funciona. "Ya descubrimos que las moléculas aisladas no sirven para nada, necesitamos la planta completa", aseguraba Salech el pasado noviembre cuando el Congreso dio luz verde al proyecto de ley. 

Con la nueva normativa varias agencias gubernamentales serán las encargadas del cultivo, que no solo se destinará para la producción del aceite de cannabis y sus derivados, sino también para investigaciones que sirvan para conocer más sobre las propiedades de la planta. 

En este sentido, la presidenta de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados de Argentina, Carolina Gaillard, una de las impulsoras del proyecto, declaró que, aunque todavía queda mucho por hacer, sobre todo con el tema del autocultivo, la ley "es un primer paso importantísimo porque abre camino, da un marco legal a las instituciones como el Conicet y el INTA para que investiguen".

¿Cómo se penaliza el autocultivo en Argentina?

Sin embargo, no fueron todo buenas noticias para los argentinos durante estas fechas. El mismo día que se daba la conformidad de la ley en el Senado, a la activista Brenda Chignoli, titular del Movimiento Cannábico Manuel Belgrano y coordinadora de Mamá Cultiva Córdoba, se le incautaban sus plantas de marihuana en su casa de Córdoba (Argentina). "Estamos en la lucha organizada del autocultivo desde el año 2000. No somos narcotraficantes, como nos quiere hacer pasar la Policía", explica Chignoli, quien se queja de que cada año las autoridades entran en su finca sin orden judicial y se llevan las plantas. En esta ocasión, detuvieron a su hijo junto con otros dos jóvenes de Buenos Aires que quedaron libres al día siguiente.

Chignoli utiliza la marihuana para preparar aceite de cannabis con el que tratar su cáncer gástrico, además de proveerlo a unas 600 personas en el país. Algo que con la nueva ley sigue totalmente prohibido: solo contempla la utilización del aceite de cannabis para fines terapeúticos regulado por el Estado, sin contemplar la posibilidad del autocultivo.

Así ha sido la lucha de los argentinos por el cannabis medicinal

La nueva legislación argentina ha sido el resultado de años y años de lucha de los enfermos y sus familias, que encontraban en el cannabis el alivio a sus enfermedades.

Uno de los primeros pasos hacia el avance legislativo en Argentina ocurrió en octubre de 2015. Entonces María Luisa Alisi, madre de una niña con el síndrome de West, consiguió importar legalmente por primera vez el aceite de cannabis a Argentina para tratar a su hija. Lo hizo tras obtener el permiso de Anmat, la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica de Argentina. "Es una emoción inmensa la que nos invade, hoy se hizo posible un sueño por el que veníamos trabajando hace varios meses. Hoy autorizaron la entrada legal a la Argentina del aceite de Cannabis Charlotte's Web. En este difícil camino que nos toca vivir con la enfermedad de nuestra pequeña Josefina, el aceite le salvó la vida", declaraba Alisi el día en que recibió la autorización.

Tras este primer permiso, hubo una oleada de solicitudes al organismo para traer los productos cannábicos a Argentina. A los seis meses, más de 150 familias ya habían conseguido importar el aceite derivado del cannabis. Entonces vieron que eran muchos los que demandaban este tipo de productos para tratar enfermedades graves en el país. Organizaciones como Cameda (Cannabis Medicinal Argentina) y Mama Cultiva Argentina, junto con activistas y cultivadores, han luchado desde hace años para que el cannabis medicinal tuviera un hueco en el país sudamericano.

Aunque no resulta suficiente, han conseguido un pequeño paso. Ahora queda que el Estado ponga en marcha la producción de cannabis. Hasta que llegue ese momento, los productos cannábicos se importarán de países como Uruguay y Estados Unidos, donde han acogido la noticia con satisfacción.

Por ejemplo, desde la organización estadounidense Drug Policy Alliance, encargada de promover las políticas públicas sobre drogas enfocadas hacia la salud, se han mostrado de acuerdo con la nueva normativa. "Es alentador ver cómo en Argentina se va a priorizar la accesibilidad al proporcionar marihuana medicinal sin ningún coste para los pacientes", argumenta Hannah Hetzer, coordinadora de Política Internacional de la organización. "Este proyecto de ley fue promovido desde hace tiempo por las familias y los pacientes que han aliviado su dolor con la marihuana medicinal; es un logro saber que finalmente se les ha escuchado", explica Hetzer, quien trabaja en promover a nivel mundial legislaciones liberalizadoras del cannabis terapéutico.

Así, entre el júbilo por haber conseguido la legalidad del consumo del aceite de cannabis y la demanda de más derechos, como la despenalización del autocultivo, Argentina avanza en la normativa a favor del cannabis y se une a otros países como Chile o Colombia donde el cannabis medicinal ya es una realidad.