- En todo proceso de breeding o lanzamiento de una nueva genética, en Dinafem Seeds entra en juego el equipo de laboratorio.
- Estos profesionales recogen muestras representativas de las plantas de cannabis en cuestión, y tratan estos elementos representativos de las plantas, los analizan y concluyen cuáles son las características de cada cepa.
- Estas muestras se analizan, en el caso de Dinafem Seeds, según dos procedimientos: la cromatografía de líquidos y la cromatografía de gases. Pero antes de analizarlas, siguen unos protocolos de tratamiento de muestras para que los resultados sean certeros.
- ¿Cómo se tratan estas muestras para poder ser analizadas? ¿Qué buscan en ellas los técnicos? ¿Y cómo consiguen extraer los datos necesarios de las plantas para conocer los cannabinoides y terpenos de cada variedad?
- Vamos respondiendo.
Según explicamos en el primer post sobre el trabajo desempeñado en el laboratorio de Dinafem Seeds, los profesionales de esta área llevan a cabo cuatro principales labores: recogida de muestras, tratamiento de muestras, análisis de muestras y extracción de datos y conclusiones. Recordamos que el objetivo de este trabajo científico está enfocado a la toma de decisiones acertadas en los procesos de breeding, de estabilización de genéticas y de comunicación de las características de cada una de las variedades Dinafem. En este segundo post sobre el laboratorio, vamos a entrar al detalle sobre cómo se tratan las muestras de cannabis.
El tratamiento de muestras es el segundo paso en la labor de analizar genéticas de cannabis. Se lleva a cabo después de la recogida de muestras, y en función de los principios activos que quieran identificarse, las muestras se tratarán de una manera o de otra, dependiendo de cuál vaya a ser el análisis al que se sometan.
En el caso del análisis de los terpenos, estos se estudian según la cromatografía de gases, y en el de los cannabinoides, según la cromatografía de líquidos. Explicamos a continuación cómo se manipulan las muestras si se quiere obtener datos sobre los cannábinoides, y cómo si se quiere tener información sobre los terpenos.
Tratamiento de muestras para análisis de cannabinoides
Secado y limpieza del cogollo
Una vez los profesionales del laboratorio han recogido las muestras de las plantas, recordamos que eligen partes de cogollos de distintas partes de la planta para que la muestra sea representativa (un cogollo de la parte media de la planta, otro exterior, otro cercano al tallo, y otro de la parte ma´s baja, por ejemplo) han de tratarlas antes de poder analizarlas. Así, en el caso de los cannabinoides, esos principios activos del cannabis capaces de interactuar con el sistema endocannabinoide humano, los técnicos del laboratorio hacen lo siguiente.
Antes de nada: secar la muestra. Y una vez los cogollos secos, estos se dejan a 50 grados centígrados durante 16 horas para eliminar la humedad residual que puedan tener. Después, se elimina todo material que no sea cogollo. Es decir: se cortan las hojas y se quitan los palos de las ramas. Se retiran porque estos elementos cambiarían los niveles de cannabinoides de los resultados, dado que solo el cogollo, la flor, contiene cannabinoides, y no el resto.
Para analizar los cannabinoides mediante cromatografía de líquidos es indispensable convertir la muestra vegetal en una muestra líquida.
Si se mantuviesen en la muestra esas partes carentes de cannabinoides, como las hojas o las "ramitas", se correría el riesgo de disminuir el reflejo de los principios activos, dado que estaríamos analizando también unas partes carentes de ellos. Y es que, recordamos que en el análisis de cannabinoides interesa, además de cuáles son los cannabinoides presentes en cada planta, también qué concentración exacta de ellos presenta cada una de ellas.
Una vez seca, lo siguiente limpiar correctamente la muestra. Primero se cortan las hojas y después se tamiza esa muestra para analizar solo lo que pasa el filtro. Así, el cogollo se desprende de "palitos" y otras partes que no sean propiamente flor, y se convierte en un polvo homogéneo. ¿Por qué se convierten los cogollos en polvo? Porque solo así se garantiza que no hay en la muestra ni palos, ni semillas, ni hojas. Y de este modo se está seguro de que esta porción de la planta es representativa de los principios activos de la misma.
Preparación en el vial
Cuando la muestra ya se ha reducido a diminutas partículas, el siguiente paso es extraer de esa muestra sólida y vegetal los cannainoides a la muestra líquida. Dado que se va a analizar mediante cromatografía líquida, es indispensable convertir la muestra a un líquido. Para ello se introduce el polvo en un vial con etanol, para que este líquido disuelva los cannabinoides del polvo, y los principios activos de la muestra pasen de la muestra en sí al líquido. ¿Por qué con etanol y no con agua? Porque los cannabinoides son liposolubles, y no hidrosolubles: se disuelven en grasas, y no en agua.
Para que los principios activos de la muestra pasen correctamente al líquido se somete esta mezcla a un baño ultrasónico. Después, se centrifuga la mezcla para que las partículas se depositen en el fondo del vial. De este modo, los cannabinoides pasan a forma líquida y se obtiene algo susceptible de ser analizado con cromatografía de líquidos. Se trasvasa entonces un mililitro de ese líquido para pasarlo al vial de cromatografía, donde va a analizarse, y se procede al análisis.
Dilución de la muestra
Los cannabinoides del cannabis están más concentrados que los terpenos. En el caso de los cannabinoides pueden llegar hasta un 25%, y los terpenos no sobrepasan el 5%. Por eso se diluye la muestra líquida: se trasvasa una cantidad pequeña y se le añade más etanol hasta llegar a ese mililitro que se mete en el vial de cromatografía, para tener concentraciones parecidas a los terpenos, y no saturar la muestra.
Tratamiento de muestras para análisis de terpenos
Los terpenos son los compuestos orgánicos responsables del aroma del cannabis. Valga decir que los terpenos no son unos componentes exclusivos del cannabis, sino que se encuentran también en otras plantas. Este segundo tipo de análisis va destinado a saber a qué huele una determinada planta, y cuánto huele exactamente.
Para obtener estas respuestas las muestras pueden analizarse de las dos maneras: mediante cromatografía de líquidos o de gases. Pero, dado que son compuestos volátiles, en Dinafem se analizan mediante cromatografía de gases. En este caso el proceso de tratamiento de la muestra es el mismo que para medir los cannabinoides, solo que no se seca el cogollo, porque los terpenos se analizan en vivo. ¿Por qué?
Porque el proceso de secado puede alterar los tipos y cantidades de terpenos: hay terpenos que pueden evaporarse o oxidarse si no se seca debidamente. De manera que se realizan las mismas tareas de limpieza de la muestra, disolución en etanol y baño de ultrasonidos, solo que sin necesidad de secar la materia vegetal, acortando el proceso. Sin embargo se corrigen las concentraciones obtenidas midiendo la humedad en una muestra paralela, recogida a la vez.
Una vez que los terpenos ya se han extraído gracias al etanol y al baño de ultrasonidos, se centrifugan estas muestras y se pasan esos líquidos a los viales de la cromatografía de gases. La máquina, previamente calibrada con material de referencia, hace el resto. Esto os lo explicaremos en el siguiente post.
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