- El valor de la adormidera reside en los alcaloides que contiene en su bulbo.
- Del jugo lechoso de la esfera de las amapolas reales se extrae la morfina o la heroína.
- Descubramos de dónde procede esta planta, dónde se cultiva y qué aplicaciones médicas tiene.
Adormidera, amapola o papaver somniferum. Se le atribuyen distintas denominaciones, pero todas se refieren a lo mismo: a esa bonita amapola roja, blanca o morada, cuyo tallo está cubierto de hojas anchas y acaba en una esfera con una "tapa" estrellada, cuya savia contiene el opio con el que se elaboran la morfina, la codeína o la heroína. Los alcaloides que producen estas flores son el motivo de tanta fama. Porque son ellos los componentes activos capaces de sosegar a los enfermos cuando no han podido encontrar remedio en ninguna otra sustancia, y también los que esclavizan a quienes los prueban, consiguiendo que vuelvan a ellos una y otra vez a disfrutar de una paz imposible de hallar en ningún otro sitio.
Dedicamos este artículo a la reina de las flores: la más curativa, la más letal, la más conocida y la más criticada. A esa amapola de cuyo jugo se extrae el opio, con el que se elaboran medicamentos analgésicos y la heroína.
Descripción de la adormidera
La amapola sedante, o adormidera, es una planta herbácea anual (brota una vez al año). Puede llegar a crecer hasta un metro de altura, suele brotar en primavera, su tallo presenta numerosas hojas que lo envuelven, y florece sobre el mes de mayo. Allá donde crecen amapolas, ya sea la adormidera o de otra clase, la aparición de estas flores de tallo largo que parece que vuelan sobre el suelo marca el comienzo del verano. Cuando los campos verdes se llenan de motas rojas o moradas es indicio de que el buen tiempo está a la vuelta de la esquina. Son de una belleza evidente; de hecho, en algunos países pueden pedirse permisos para cultivarla con fines decorativos. Porque, aun ignorando sus propiedades somníferas, es una flor cuyas formas y colores bien merecen ser atendidos por sí mismos.
De los alcaloides derivan la morfina o la codeína.
Sus semillas, de hecho, son legales en Estados Unidos o Europa, dado que ellas en sí mismas no poseen alcaloides, y estos componentes no se desarrollan hasta que la flor ya está madura. Solo cuando la planta es adulta producirá ese látex que contiene alcaloides tales que la morfina, la codeína, la tebaína o la narcotina. Fruto de estos compuestos se le denomina en castellano adormidera. Se traslada así el nombre científico de la planta, Papaver Somniferum, cuyo origen es latino y viene de la palabra somnia, que significa sueño. De origen griego es en cambio la palabra que se refiere a su savia: opio, que en griego quiere decir jugo.
Pero ese opio no está en la flor, sino en el fruto de la planta adormidera. Se trata de una cápsula esférica coronada por una circunferencia radiada. Es de ese bulbo de donde se extrae el jugo. Para ello, es necesario rajar la corteza sólida de la esfera; entonces, gotea el líquido gomoso blanco que contiene los alcaloides. Ese jugo lechoso o látex se vuelve marrón al contacto con el aire y es conocido como opio crudo.
Origen de la adormidera
Las semillas de adormidera proceden del sudeste de Europa y de Asia occidental. Se estima que la parte occidental del Mediterráneo sería el origen de este tipo de plantas, que se han exportado al resto del mundo fruto de la importancia de su componente sedante para crear la morfina, desde el siglo XIX. No obstante, encontramos referencias a la amapola somnífera desde la civilización del antiguo Egipto, hasta nuestros días, pasando por la antigua Grecia, de cuya lengua proviene el nombre del opio, e incluso el Imperio Romano.
Actualmente, estas plantas suelen cultivarse en climas cálidos y templados y, tradicionalmente, el país más conocido por cultivar adormideras ha sido Afganistán. En el caso de este país, se trata, según puede leerse en la multitud de reportajes dedicados a tal tema, de cultivos ilegales destinados a la fabricación de heroína.
Otro gran cultivador de adormidera, que pasa más desapercibido y cuyos cultivos son legales y están destinados a abastecer a la industria farmacéutica, es España. En este país, la empresa Alcaliber cultivó en 2016 un total de 13.000 hectáreas, según se leía en una noticia de El País, ese mismo año. Al parecer, esta cifra solo habría sido superada durante aquel ejercicio por Australia. En los campos de España, donde la adormidera se cultiva de modo legal para usos farmacológicos, se plantarían variedades ricas en tebaína, componente muy eficiente como analgésico.
En la actualidad, una región que ha saltado a la palestra por el cultivo de adormideras ilegales es el estado mexicano de Guerrero. Parece ser que esta zona Sur de México tendría numerosos cultivos dedicados a la extracción de opio para la fabricación de heroína.
Propiedades
Los opiáceos, y los efectos que causan en el cuerpo humano, son la causa de tanto revuelo con la amapola somnífera. Los más conocidos, a nivel médico, son la morfina y la codeína. ¿Qué efectos provocan esta sustancia en nuestro organismo? ¿Por qué nuestro cuerpo reacciona así ante semejantes componentes activos? ¿Y cuáles son los efectos secundarios del empleo de estos alcaloides? Vayamos por partes.
Qué son los alcaloides
Según la RAE, los alcaloides son compuestos orgánicos nitrogenados, como la morfina o la cocaína, producidos casi exclusivamente por vegetales. Son de esta familia también la cafeína y la nicotina. El primer científico en aislar uno de estos componentes fue el químico y farmacéutico alemán Friedrich Sertürner, que a principios del siglo XIX aisló la morfina por primera vez en la historia. Los alcaloides de la amapola se extraen de su cápsula.
Qué efectos provocan los opiáceos
El efecto que le da semejante la fama es el calmante: los derivados del opio son infalibles en cuanto a reducir el dolor, porque, según en qué dosis, impiden la percepción del mismo.
Por qué son los opiáceos sustancias calmantes
Según el Instituto Nacional sobre Abuso de Drogas (National Institute on Drug Abuse) de Estados Unidos, los opioides vegetales se adhieren a algunas proteínas del cuerpo humano que actúan como receptores de opioides. Estas proteínas están en el cerebro, la médula espinal, el tracto gastrointestinal y otros órganos. Cuando los opiáceos vegetales se pegan a los receptores de nuestro organismo esto provoca una reducción sistemática de la percepción del dolor.
Efectos adversos de los opiáceos
Al parecer, los opioides podrían provocar somnolencia o estreñimiento y, en función de la cantidad consumida, pueden deprimir la respiración. Además, según el NIDA, algunas personas experimentan una respuesta eufórica, ya que estos fármacos también afectan a las regiones del cerebro que tienen que ver con la gratificación. Estos efectos en sí mismo no parecen tan peligrosos. Si recordamos que en octubre de 2016 Estados Unidos declaró el estado de emergencia por salud pública, dado el alto índice de mortalidad por opiáceos, ya nos hacemos un poco mejor a la idea del nivel de los efectos adversos.
En 2014 la Organización Mundial de la Salud publicaba un informe que establecía que en el mundo morían cada año 69.000 personas por sobredosis de opioides. Dado que los opioides interactúan directamente con la zona del cerebro que regula la respiración, las depresiones respiratorias ocasionadas pueden llegar a provocar la muerte. Pero, desde luego, uno de los efectos más contraproducentes de esta sustancia es la dependencia que genera en quien la consume. Un proceso acelerado por el desarrollo de tolerancia a la sustancia.
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