Puerto Rico cultivará cannabis medicinal en 2016, pero ¿cuáles serán los requisitos?

Esta primavera el gobernador de Puerto Rico firmaba una orden ejecutiva en la que autorizaba con efecto inmediato que el Departamento de Salud permitiera el uso de marihuana medicinal y derivados en el territorio. Alejandro García Padilla aseguraba que la decisión era un "paso significativo" en el ámbito de la salud y algo necesario para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos de la isla. Consideraba que los pacientes verían en este hecho una nueva esperanza.

Padilla especificó que, tres meses después de la puesta en marcha de la medida, sería necesario elaborar un informe detallado sobre cómo se estaba implementando la decisión, sobre el recibimiento que estaba teniendo y sobre las medidas que deberían tomarse más adelante.

El Departamento de Salud ha redactado un borrador, que se está debatiendo, con el reglamento que perfilará el programa sobre uso terapéutico y de investigación del cannabis en la isla. Tras su discusión, el informe definitivo debe presentarse a la secretaria de Salud, Ana Ríus, para su aprobación final.

Entre otros aspectos, el documento explica cuestiones relacionadas con la producción, fabricación, distribución e investigación de la planta. Como no podía ser de otra forma, también detalla todo lo referente a los requerimientos técnicos, burocráticos y financieros del cultivo, que comenzará en 2016.

Aunque aún no se han seleccionado los terrenos que serán destinados a la producción, sí se especifica que los encargados de controlarlos serán los departamentos de Salud y Agricultura y la Universidad de Puerto Rico. Ambas instituciones, así como la Policía, tendrán que redactar reglamentos internos, tanto para el cultivo como para la investigación.

Quienes cultiven marihuana serán agricultores autorizados, elegidos mediante estrictos criterios. Entre otras cosas, no podrán participar en el cultivo, manufactura, producción, distribución o distribución del producto a los menores de 21 años ni quienes hayan sido acusados o condenados por algún delito relacionado con drogas, fraude fiscal o falsificación.

El borrador también establece que el uso de productos químicos en los cultivos queda prohibido por sus efectos directos e indirectos sobre la salud pública y especialmente sobre los pacientes que necesitan la hierba. Cuanto más limpia y saludable esté la planta mejores resultados tendrá su aplicación. Por si esto fuera poco, los agricultores necesitarán disponer de dos guardias armados durante las 24 horas del día para mantener el control y la seguridad en el recinto donde crezca.

Ana Victoria de Jesús, directora de Asuntos Legales del Departamento de Agricultura, ha señalado que son especificaciones que difieren mucho de las de los agricultores clásicos "por la seriedad del asunto". Además, considera que es necesario desarrollar un mecanismo interno para quienes trabajen estas plantaciones. Lo considera un reto y todo un hito en la historia de la isla. Mientras tanto, desde la Asociación de Agricultores de Puerto Rico, su presidente, Héctor Iván Cordero, ha asegurado que ya hay muchos agricultores locales interesados en formar parte de la nueva experiencia.

Por otro lado, el cultivo de cannabis sativa e índica se hará principalmente en tierra, donde la semilla se colocará directamente sobre el suelo para que la planta germine y crezca durante las semanas que necesite para florecer. Pero también se utilizarán sistemas hidropónicos que necesitan de un sustrato y bolsas o camas de cultivo. La primera etapa del cultivo será la obtención de las semillas y el desarrollo de las plantas. Y está previsto que empiece en enero de 2016. Los reglamentos de Salud, Agricultura, la UPR y la Policía, mientras tanto, deberán estar finalizados entre noviembre y diciembre de este año.

El sector de agricultores especializados en la siembra hidropónica (unas 100 personas en toda la isla, frente a los 2.000 que trabajan en tierra) se ha interesado en el asunto. En la isla son relevantes especialmente los de lechuga y cilantro. Algunos ya están pensando en viajar a Colorado para tomar cursos específicos y aprender más sobre los reglamentos federales que regulan este ámbito. Sea como sea, el cultivo se limitará a un número determinado de elegidos que producirán la cantidad necesaria de forma ininterrumpida.

Según ha explicado Cordero, estos cultivos deben realizarse en ambientes controlados, como instalaciones cerradas con elevados estándares de calidad y seguridad. Además, se necesitarán energía eléctrica, bombas de agua, sistemas de refrigeración para controlar la temperatura y todos los controles necesarios para las plagas.

Esto hará que sea un proceso costoso y delicado. Los cultivadores tendrán que contar con suficiente dinero para la inversión inicial y hacer frente a un desembolso anual de 5.000 dólares (alrededor de 4.500 euros). Todos los gastos del cultivo podrán suponer más de 200.000 dólares (unos 180.000 euros).

Solo se permitirá el uso del cannabis producido en forma de pastillas, gotas orales, inhaladores, tópicos, ungüentos, cremas y vaporización. Estará destinado para determinadas enfermedades y síntomas como el cáncer, sida, alzhéimer, artritis, artrosis, fibromialgia o esclerósis múltiple, entre otras. Además, los pacientes solo podrán tratarse con su nueva medicina en la privacidad de los hogares. Para ello, necesitarán autorización de sus médicos (que también deben ser acreditados por Salud) y contar con un certificado que tendrá que ser renovado en el periodo de un año.

La nueva reglamentación ha tenido una buena acogida en la isla. Jaime Perelló, presidente de la Cámara de Representantes de Puerto Rico, declaró que apoyaba la orden ejecutiva al considerar que era una medida que iba "en la dirección correcta". En 2013, los legisladores puertorriqueños ya debatieron una iniciativa de ley pensada, también, para que la marihuana pudiera utilizarse con fines médicos, aunque la votación no llegó a hacerse efectiva.

Este cambio de rumbo positivo y el interés por hacer las cosas bien de Puerto Rico no deja de sorprender a los activistas, que lo han recibido con los brazos abiertos. Además, las medidas y exigentes especificaciones para todo lo referente al cultivo de marihuana hacen pensar que las autoridades de este territorio se están tomando realmente en serio una cuestión fundamental para la salud de sus ciudadanos.