6 reglas de oro para el cultivo de semillas feminizadas

Las semillas de marihuana feminizadas llegaron hace más de quince años para conquistar el mercado, y es que hasta los growers que al principio se mostraron más reticentes, han sucumbido ante las cualidades de estas genéticas, que permiten calcular el tamaño del cultivo desde el comienzo sin tener que germinar más semillas de la cuenta, pues al garantizar que todas serán hembras elimina el tener que preocuparse del sexado. Esto es lo que ha hecho que su difusión y aceptación haya crecido de manera espectacular estos últimos años.

Para que esta temporada puedas sacar el máximo partido a nuestras mejores feminizadas, hemos elaborado esta sencilla guía con 6 reglas de oro que te ayudarán a conseguir la cosecha perfecta. ¿Estás preparado? ¡Vamos a ello!

1.Exceso de cuidados: es normal que si te estás iniciando en el cultivo de cannabis, cometas el error de dedicarle a tus plantas una atención excesiva, ¿A qué nos referimos con eso? Es bueno observar a tus plantas e interpretar sus necesidades, de hecho es esencial para conseguir una buena cosecha, pero un error de principiante muy común, es creer que si le proporcionas nutrientes a mansalva, por ejemplo, las plantas crecerán más vigorosas. Esto a menudo lleva a problemas de sobrefertilización, estrés de la planta o exceso de riego. Relájate, aprende a entender a tus plantas y dales lo que necesitan, no más.

2. Falta de riego: intenta mantener un equilibrio de la humedad sin que la planta llegue a dar síntomas demasiado evidentes de necesitar agua. Si tus plantas de marihuana llegan a secarse demasiado durante los primeros estadios del crecimiento, arrastrarán problemas más adelante, sobretodo en relación a las raíces.

3.Riego excesivo: es importante que procures no ahogar a tus plantas con riegos excesivos y demasiado abundantes, deja tiempo para que la planta "respire" entre riegos. Es conveniente no saturar tu cultivo de agua y nutrientes, pues se pierden más plantas de marihuana por excesos de cuidados y atención que por no "estar encima de ellas".

4.Planificación del espacio: debes tener en cuenta que las plantas de marihuana crecen vigorosamente, así que te conviene distribuirlas cuando son pequeñas calculando su tamaño pasado el periodo vegetativo. Si no lo haces, las plantas quedarán demasiado juntas y la densidad de tu cultivo será excesiva, lo que puede provocar falta de aireación y favorecer la aparición de hongos.

5.Nitrógeno: es importante que a tus plantas nunca les falte el suministro de este elemento, pues es imprescindible para su crecimiento y desarrollo natural.

6.Prevención: para evitar que tanto plagas de insectos como cualquier tipo de hongo o enfermedad se instale en tu cultivo de cannabis, es muy importante que sigas la regla de oro, PREVENCIÓN. Una vez se instalan, algunas plagas como la araña roja, el trip o la mosca blanca, son pesadas de eliminar, por no hablar de hongos como el oídio o la Botrytis, patógenos muy capaces de acabar con tu cosecha. Existen métodos biológicos y medidas de prevención que te serán muy útiles para adelantarte a estos molestos invitados y evitar que colonicen tu cultivo de cannabis. ¡Buena cosecha!